lunes, 4 de julio de 2011

IVAN LJUBETIC REITERA LA IMPORTANCIA DE LUIS EMILIO RECABARREN, QUE VIVE Y ESTE 6 DE JULIO CUMPLE 135 AÑOS


UN LIDER LLAMADO LUIS EMILIO RECABARREN SERRANO

Con motivo de cumplirse el 6 de julio, 135 años del nacimiento de Luis Emilio Recabarren, fundador del Partido Comunista de Chile, padre del Movimiento Obrero Chileno, promotor de la prensa, teatro y cultura obrera, creador de la FOCH, primera organización clasista de los trabajadores chilenos, el Círculo Virtual de Estudios Histórico-Políticos entrega una biografía de esta importante personalidad de nuestra Historia.

Él comenzó a escribir la Historia del PC de Chile:

UN LIDER LLAMADO LUIS EMILIO RECABARREN SERRANO

Iván Ljubetic Vargas



“Recabarren, hijo de Chile,

padre de Chile, padre nuestro,

en tu construcción, en tu línea

fraguada en tierra y tormentos

nace la fuerza de los días

venideros y vencedores”.

(Pablo Neruda; “Canto General”)

Luis Emilio Recabarren Serrano nació en Valparaíso en el Cerro Playa Ancha, el 6 de julio de 1876. Estudió cuatro años en una escuela primaria de ese puerto. Su familia se trasladó a Santiago. En la capital, a la edad de 14 años, comenzó a trabajar como obrero en una imprenta. Pronto aprendió el oficio de tipógrafo.

A pesar de ser duramente explotado, con largas jornadas, bajos salarios, agotadoras labores, tuvo la fuerza y la responsabilidad de leer, de estudiar. Fue un autodidacta que, capacitándose por su cuenta, se transformó en uno de los grandes intelectuales que ha tenido nuestro país.

Pero, más importante que eso, ¡puso sus conocimientos al servicio de los trabajadores!



SE INCORPORA A LA LUCHA SOCIAL

En 1894 se incorporó al Partido Demócrata, iniciándose en la lucha social. Tenía por entonces, 18 años de edad.

La clase obrera chilena había surgido en los años 20 del siglo XIX . Nació combatiendo. La primera huelga obrera estalló en 1834 en el mineral de plata de Chañarcillo, cerca de Copiapó. En el siglo XIX hubo 110 huelgas.

Recabarren comprendió que los trabajadores sólo podrían jugar su rol histórico, si unían a la combatividad, una firme conciencia de clase. Por eso se dedicó a educarlos. Para ello utilizó todos los medios a su alcance.

IMPULSOR DE LA PRENSA OBRERA

Por ejemplo, utilizó la prensa, el medio de comunicación más importante en su época.

Creó 11 periódicos y escribió en 50.

Tenía 23 años de edad, cuando en 1899, fundó lo que se considera el primer periódico obrero creado por Recabarren. Fue el semanario “Democracia”, de Santiago.

En el año 1900 escribió: “La prensa obrera es como la luz que señala desde lejos el camino más corto por donde debemos andar”.



En 1903 vivió un importante hecho, que años más tarde, lo evocó así:

“Yo recuerdo siempre con emoción la vez que llegó un grupo de obreros de Tocopilla y me dijeron: ‘Compañero, traemos dos mil pesos para comprar una imprenta. La Mancomunal de Obreros de Tocopilla ha logrado reunir este dinero para comprar una imprenta. Venimos a que usted nos acompañe a comprarla’.

¿Y que van a hacer ustedes con ella?, les pregunté.

Me contestaron: ‘Un periódico’.

¿Y quién se los va a escribir?

‘No tenemos quien nos lo escriba, pero confiamos en que usted nos buscará un tipógrafo para que lo escriba’

Y concluyeron por decirme: ‘Esperamos que usted mismo se vaya a Tocopilla y nos atienda el periódico’.”

Fue así como Recabarren viajó al norte, en septiembre 1903. En Tocopilla no sólo fundó, dirigió, escribió, tipió y editó el periódico “El Trabajo”, sino que pronto se convirtió en dirigente de la Mancomunal de Obreros de Tocopilla.

LE ROBARON LA DIPUTACIÓN

En marzo de 1906, Recabarren fue elegido diputado por Antofagasta, siendo el primer diputado obrero electo en América. Pero la mayoría reaccionaria del Congreso le quitó ese cargo que había conquistado limpiamente.



Leer más en:

http://www.elboletinrojo.blogspot.com

Fraternalmente.
Oscar Dante Conejeros E.

sábado, 28 de mayo de 2011

MARIO GOMEZ LOPEZ RECUERDA A SU AMIGO SOVIETICO GUENNADI SPERSKY



Falleció Guenadi Sperski, un personaje inolvidable, un hombre del barrio donde estaba Radio Moscú y a través de la cual un grupo de chilenos exiliados en distintos países del mundo que llegamos a ese lugar y no nos deslumbró el Kremlin, que está muy cerca de esa emisora, sino este personaje que tuve la oportunidad de conocer día a día, pero que en el último atardecer hasta últimas horas de la noche, recorrimos las calles que lo vieron desde niño acudir en ayuda de cualquiera que tuviera un problema, un dolor, un sufrimiento.

Nosotros fuimos como aquellos que menciono, porque Sperski no era un hombre que hablaba para contar cosas sino para expresar su respeto por los chilenos que luchaban en el exilio o se comunicaban con los compatriotas que vivían en un mismo exilio pero en otros lugares.

Y también para llegar a Santiago y todo el país con noticias que recibíamos de esos exiliados, de agencias internacionales, de viajeros que iban y venían. El me pidió que antes de irme lo acompañara a recorrer su barrio y cometí el error de no grabarlo, porque yo retornaba del exilio y tuve el privilegio de ir a despedirme de quienes continuarían trabajando, como nuestro jefe, el Premio Nacional de Literatura, José Miguel Varas.



Es un privilegio hablar de él, porque no era fácil ser su amigo, porque su única preocupación era que no tuviésemos ningún problema para transmitir hacia Chile y el mundo. Tenía esa extraña dulzura del hombre de la esquina que desde niño afincó sus sueños en ese lugar donde año a año desfilaban en los aniversarios patrios los soldados soviéticos.

Nunca he soñado con Sperski pero nunca he dejado de recordarlo con el respeto más profundo y el cariño más auténtico. Con todo eso él nos ayudó a que los exiliados chilenos en Radio Moscú pudieran realizar la tarea de contribuir a la caída del tirano.

Sperski, no sabes cuánta gente me ha parado en la calle desde que llegué en 1983 para contarme cómo ellos escuchaban Radio Moscú en las noches.
La noche de mi despedida no sólo conocí el barrio sino que ingresé a incontables "boliches" que nadie podía suponer era un bar y que él pedía una botella para compartir su relato y la conversación.

Chao viejo amigo, ya viejo me hice más hombre porque cuando dejaba comida en el plato en el comedor de Radio Moscú, más de una vez, tú, me dijiste: no te olvides cuando llegaba alguien de Leningrado rompiendo el cerco nazi no había comida para darle. De esa manera yo me empapé de su vida y me enternecí con su inmensa solidaridad de trabajador de su tiempo.
Chao, amigo mío.



Mario Gómez López y familia.
Santiago de Chile 27 de mayo 2011.

viernes, 27 de mayo de 2011

EL PERIODISTA ROLANDO CARRASCO REMEMORA A GUENADY SPERSKY, CAPITÀN DEL EQUIPO DE FÚTBOL DE ESCUCHA CHILE DE RADIO MOSCÚ



GENADY SPERSKY: CAPITAN DEL EQUIPO CHILENO DE FUTBOL.-

Lautaro Aguirre tuvo la gentileza de informarme del fallecimiento de Guenady Sperky, uno de los conductores y periodista del programa “Escucha Chile” de Radio Moscú desde 1973 hasta 1990. Nos dolió la muerte de nuestro noble colega y buen amigo. Conocedor de nuestro país tras visitarlo más de una vez, entrevistar a dirigentes políticos, sociales, culturales. Conocedor de nuestra historia y realidad económica… y el deporte. El trabajo radial permanente nos vinculó con otros colegas de esa poderosa emisora internacional con transmisiones dirigidas hacia un centenar de países de la tierra en el idioma de cada uno cada día. Cada noche. El trabajo y la relación humana marchan juntos en cualquier oficina o taller. Además, nace el conocimiento muto.

Con Spersky, y otros entusiastas profesionales dueños de casa cumplíamos colectivamente la misión para con nuestro pueblo. Extendíamos conversaciones sobre la situación diaria en la patria hasta fuera de las oficinas y los estudios y más allá del edificio de la Radio, desde cuyos pisos superiores podíamos contemplar las cúpulas del Kremlin y la Plaza Roja. En día feriado paseamos con nuestros hijos asombrados con las ardillas bajando al pasto de los abetos y pinos con la cola inflada, su paracaídas. Nos familiarizamos con sabores tradicionales y hasta competíamos deportivamente con las redacciones de otras lenguas, otras zonas geográficas y con los propios rusos. Nunca por cierto con el Spartak o el Dínamo, sino con aficionados como nosotros.



La noticia que me trajo Lautaro portaba la fotografía de Spersky de aquella etapa en que lo conocimos y apreciamos. Fue especialmente en su participación fundamental en los reñidos partidos de fútbol con nuestro propio once. En una u otra cancha. Con unos y otros contendores. Una vez, cercana al chalet del legendario Luís Chequini de las emisiones en castellano desde la URSS durante toda la guerra mundial(1939-1945). En los alrededores de Moscú nos medimos con otro equipo de la radio. Chequini, nos había invitado a nosotros, los deportistas y sus familiares, a comer “shashlik”, carne en trozos, asada en las brazas, ensartada en un fierrito, equivalentes al anticucho nuestro. Capitán del equipo chileno, el delgado, alto y veloz Spersky corría sin parar, repitiéndonos las instrucciones a los chilenos que tratábamos de devorar espacios ante las firmes defensas enemigas que nos impedían acercarnos al arco rival. Nos estimulaba la gritería de la barra de esposas y la chiquillería del personal de las redacciones. Guenady encabezaba el equipo de Honor de los chilenos, aunque también el seleccionado de la radio entera.



Al equipo nuestro, metimos disimuladamente los obvios “parches” de firmes colegas. No cualquiera. Solo aquellos que nos ayudaran a empujar al triunfo, a lo menos un partido durante nuestra larga estancia en ese país, donde la juventud, y los mayores, practicaban intensamente los deportes habidos y por haber. En la cancha Spersky, impulsaba el ataque con fuerza y risa dando instrucciones a nosotros, sus leones. Debíamos romper nuestras marcas, aunque era difícil, porque nunca habíamos ganado ni una pichanga. En algunos casos, (excepcionales por cierto) no marcábamos ni un solo gol. Lo logramos cuando encabezaba nuestro once, la dupla de Sperski con el segundo jefe de la redacción latinoamericana de la radio, Leonardo Kosichev.

Este periodista fue reportero de Radio Moscú en Santiago hasta el golpe del 73. Lo detuvo investigaciones el mismo 11 de Septiembre y lo obligó a partir de vuelta a su patria con el personal de la embajada de la URSS en Chile.

Katia Olevksya trató de conocer Chile desde donde tanta gente le escribió y se encariñó con su voz. La pasión de Katia por conocer nuestro país, del que recibía tantas cartas y felicitaciones, lo realizaría al instalarse el gobierno civil en Chile. Ese mismo día finalizaron las emisiones de “Escucha Chile”. Katia viajó. Pero quedó varada en Buenos Aires, esperando la visa chilena que no llegó. Pudo entrar muchos años después, cuando ya no vivía en Rusia. El grupo de chilenos con que luchó desde la radio, pudo abrazarla, conmoverse con el período compartido y despedirse. Pronto murió. Sin la radio y fuera de la patria se dejó vencer por presión de los pícaros años.

Spersky hasta ese último día de 1990 escribió y leyó para Chile sus serios análisis sobre la incansable lucha del pueblo chileno para conquistar la democracia. Salido el dictador, sus continuadores civiles mantuvieron la estructura jurídica, constitucional, política y económica de la dictadura.

El equipo de Escucha Chile volvió a casa con buenas experiencias profesionales y el recuerdo de esos verdaderos amigos que no nos olvidaron, como nosotros a ellos.
La gente distante no acumula años. Sigue viviendo para nosotros, tal como lo vimos al partir. Spersky, siguió nadando en invierno en el río Moskova, en calidad de “morza”. Con 20 grados bajo cero, abría el agujero en la capa de hielo y se lanzaba al agua, salía tras buenas brazadas a refregarse nieve en la piel. ¿Qué tal?



Con José Miguel Varas, compartíamos la misma oficina con Spersky. Al llegar en mañana de invierno, nos decía.

-Pero ¿cómo pueden trabajar con tanto calor?
Afuera había por lo menos 10 grados bajo cero.
Abría las ventanas, se sacaba la chaqueta y bajaba la vista al teclado. Sin palabras sonaban tres máquinas de escribir. La más fuerte de ellas, la del deportista, correspondía al Capitán de nuestro equipo de fútbol.-

Santiago, 27-V-011.-



Rolando Carrasco Moya
Periodista, Director de Radio Luis Emilio Recabarren
Autor del Libro PRIGUÈ, PRISIONERO DE GUERRA


jueves, 26 de mayo de 2011

EDUARDO LABARCA RECUERDA A GUENADI SPERSKY Y NOS MUESTRA SU CARTEO CON EL ÚLTIMO SOVIÉTICO


Gennadi Spersky / Сперский Геннадий

por Eduardo Labarca


Ha muerto Gennadi Spersky, nuestro amigo, el periodista ruso que dirigía en los 70 y 80 el programa Escucha Chile de Radio Moscú. Al hablar de él, más que decir “ruso”, que lo era, me sale “soviético”. En mis años de periodista de Radio Moscú, nunca imaginé que la URSS iba a desaparecer y estoy cierto de que Gennadi tampoco. En ese tiempo conocí en Moscú a personas de tipos muy diversos, pero Guennadi queda en mi memoria como el más auténtico ciudadano soviético con que me haya cruzado. Si hubiera vivido en los años de la Revolución Rusa, Guennadi habría participado en el Asalto al Palacio de Invierno. Si hubiera sido joven, adolescente o incluso niño durante la Segunda Guerra Mundial, habría puesto su vida, toda su inteligencia e ingenio en la lucha contra los invasores nazis y habría llegado a Berlín con el Ejército Rojo.

Nació tarde y no pudo cumplir esas hazañas, pero encontró su Palacio de Invierno y el bastión fascista que había que asaltar: la dictadura de Pinochet. Toda su energía se volcó a la tarea de dispararle con el cañón de largo alcance que era Escucha Chile. Su forma de trabajo no se parecía en nada a la de los periodistas de las películas: era más bien taciturno, tímido incluso, pero con una fuerza interior y una tensión física a toda prueba. El Guennadi terco y de pocas palabras, ascético y solitario, sabía enojarse cuando lo creía indispensable, pero sobre todo sonreír.

Mis recuerdos van hoy hacia él, hacia el camarada Guennadi, que yo no vacilo en recordar como el “último soviético”. Mi correo electrónico conserva un mensaje suyo, respuesta a un saludo de mi parte. El 11 de enero de 2009 Guennadi escribió (no he querido editar su texto, salido probablemente de un teclado cirílico):

(Без темы)
Estimadissimo Eduardo! Ola, Guayo! Gracias por tu saludo y buenas palabras a mi direccion. Con gran alegria lei tu mensaje. Gracias por todos los deseos. Hace poco tambien he revisado nuestros fotos de Leningrado. Pasaron tantos anos! Murio mi primo Nikolay. Su hijita Svetlana ya tiene dos hijos: varon y varonesa. El bandido y anarkista Anselmo tambien murio hace 5 anos, igual que ratoncito Valentin Moiseev, Naira, Mijail Tijon, como tantos otros. Nadie sabe donde esta Viktor Anikin. Anatoliy Cherniak funciona como profesor de una Universidad privada. Habla a los estudiantes no oficialmente de Jose Stalin y Che Guevara. Igor Kudrin trabaja en nuestra redaccion y envia a ti un saludo fraternal. Recuerda con emocion el ultimo encuentro contigo en Madrid. Que mas? Vivimos en otro pais con otros valores humanos, morales, politicos, con otra gente. Despues de largas vacaciones (casi dos semanas) empesamos a trabajar. Tambien tengo la esperanza de que nos veremos. La Guardia vieja no se rinde, carrajo! La gente de Escucha Chile siempre esta presente en cualquieras circunstancias. Con mejorisimos deseos en todas las esferas de tu vida cotidiana y literaria. La prosperidad, salud fisica y mental, menos problemas y mas amores. Buen estado del animo – son deseos mios para ti en 2009. Con mil abrazos Tu amigo moskovito

Сперский Геннадий

miércoles, 25 de mayo de 2011

JOSE MIGUEL VARAS DESPIDE AL INOLVIDABLE GUENADI SPERSKY, JEFE SOVIETICO DE ESCUCHA CHILE Y RADIO MAGALLANES



ADIOS A GUENADI SPERSKY

Desde Santiago de Chile para la Voz de Rusia informa JMV.

Inesperada y dolorosa, la noticia que nos llega desde Moscú: ha muerto el periodista Guenadi Spersky. A estas horas lo recordamos y lamentamos su partida todos los periodistas y locutores chilenos que tuvimos la oportunidad y la suerte de trabajar junto a él en los programas de Radio Moscú dirigidos a Chile.
Guenadi pasó una temporada en Chile en los tiempos de la frustrada revolución chilena de la Unidad Popular, con el Presidente Salvador Allende. Desde entonces se enamoró profundamente de nuestra Patria, se identificó con las grandes causas y tradiciones del movimiento obrero chileno, con la historia y la acción del Partido Comunista de Chile. Hombre de cultura, fue también un conocedor y un admirador de la literatura chilena, lector apasionado de Pablo Neruda y otros escritores de nuestro país. Tuvo relaciones de estrecha amistad con Luis Corvalán, Orlando Millas, Julieta Campusano, Volodia Teitelboim y otros dirigentes.



Vivió el golpe militar de 1973 como una tragedia personal. Y luchó junto al pueblo chileno como periodista de trinchera. Participó en las transmisiones del programa “Escucha Chile”, desde el primero hasta el último día. Desde el 11 de septiembre de 1973 hasta el 10 de marzo de 1990 como responsable, junto al equipo de periodistas, locutores y políticos chilenos de aquellos programas, que llevaron información y aliento a miles de chilenas y chilenos. Cada noche en torno a los receptores de onda corta que traían aquellas voces de “Escucha Chile” y “Radio Magallanes”, nuestros compatriotas recibían aquel mensaje cotidiano de solidaridad y esperanza, para muchos la única luz en medio de la dictadura militar. Las emisiones de Moscú eran escuchadas en todas las regiones de Chile y en más de 70 países del mundo en los que estaba repartido el exilio chileno. Eran escuchadas en las prisiones de la dictadura, en los barrios de las ciudades, en los barcos, en cada casa. Fueron factor de unidad entre los diversos partidos políticos del país, contribuyeron a unir a las fuerzas democráticas para enfrentar a la tiranía de Augusto Pinochet.



Han sido un de las más bellas expresiones de la solidaridad internacional del pueblo ruso y de todos los pueblos de la Unión Soviética en el siglo XX. Y en ese esfuerzo tuvo un papel eminente el gran periodista soviético que acaba de dejarnos.
Estuvimos año tras año a su lado. Serio, concentrado, tímido en la expresión de los sentimientos, siempre fraternal y cálido, preocupado de nuestra salud y de la de nuestros niños y niñas, hijos trasplantados al clima frío de Moscú. Siempre el primero en llegar, devoto del trabajo, siempre al día de lo que pasaba a 15 mil kilómetros de distancia en esta delgada faja de tierra entre la cordillera y el océano, que se llama Chile y que llegó a ser tan entrañable para él.
Todos estos años hemos recordado a Guenadi Sperski, con sus bigotes de guerrillero, su energía permanente y su flacura y su mirada penetrante. Recordamos su emoción en su última visita a Chile en 1989, cuando la dictadura llegaba a su fin y parecí que se materializaban todas las esperanzas forjadas a lo largo de la lucha en la que él también participó. Lo hemos recordado, lo recordamos y seguiremos recordándolo siempre.

Desde Santiago de Chile les habló JMV

martes, 24 de mayo de 2011

FAMILIA CORVALAN CASTILLO Y ALEJANDRO YAÑEZ RINDEN HOMENAJE A GUENADI SPERSKY



Estimados Compañeros y compañeras,

Desde esta tierra al sur del mundo por la cual tanto trabajó y solidarizó el querido compañero Guenadi Spersky les hacemos llegar a su familia, amigos y compañeros de trabajo nuestra amistad mas profunda.

Guenadi fue para la comunidad chilena en los años del exilio un fiel amigo y compañero ruso que siempre estuvo presente en nuestras actividades y que permanentemente aportó a nuestra lucha antifascista desde los programas de Radio Moscú hacia Chile. Desde los primeros momentos escuchabamos a Guenadi junto a nuestra querida Katia Olevskaya y a Chequini con esas inconfundibles voces de aliento.

Compañero Guenadi Spersky siempre estarás en nuestra historia de luchas como un gran amigo de este el pueblo chileno.

Te recordaremos y te mantendremos en nuestros corazones.

Compañero Guenadi Spersky
Presente
Ahora y Siempre

Familia Corvalán Castillo

Lily Castillo de Corvalán
María Victoria Corvalán
Lily Corvalán
Viviana Corvalán



Estimados:

Una gran pena sentimos por la partida de Guenadi, que siempre estuvo junto a nuestro pueblo a través de Radio Moscú y su Programa "Escucha Chile", luchando contra la dictadura.

Sergio, Leonardo Kosishev y Alejandro Ignatiev, hagan llegar a su familia y a quienes siguen trabajando en la Radio, hoy " La Voz de Rusia", nuestros profundos sentimientos de dolor.

Un abrazo,
Alejandro Yáñez

lunes, 23 de mayo de 2011

¡COMPAÑERO GUENADI SPERSKY, PRESENTE, AHORA Y SIEMPRE!



GUENADI SPERSKY SE REUNE CON KATIA, RENE, CECCINI Y BABKEN
(LAUTARO AGUIRRE)
Las crónicas de Guenady Spersky en Escucha Chile de Radio Moscú,
quedaron marcadas para siempre con su voz tan peculiar, que pusieron una nota diferente y especial a las emisiones que desde la URSS se irradiaban cada noche hacia el territorio chileno y a las mil ciudades del exilio.
José Miguel Varas nos informó del deceso del querido Guena y me tocó comunicárselo a otros compañeros que trabajaron en el edificio junto a la estación del Metro Novokuznetskaya, entre ellos a Rolando Carrasco, que expresó su enorme pesar por su fallecimiento. Hoy estamos todos muy tristes por su muerte.
Recuerdo cuando lo conocí en 1980 y fue mi traductor para la primera conversación que tuve con el Jefe de las Emisiones para América Latina y España, el armenio Babkén Serapioniansk, héroe de la Gran Guerra Patria.
Guena me presentó a Katia Olevskaya y a Luis Ceccini, y fue testigo de la emoción que me provocó conocer a quienes a comienzos de los años 30 dieron vida a las emisiones en lengua castellano de la radio moscovita.
Spersky no era un hombre muy locuaz, pero era un gran compañero y recuerdo el afecto que tuvo al ir a despedir a nuestra compañera Fresia Rojas Painecura, cuando esta decidió dejar la radio y volver a la patria. Ella se acaba de comunicar conmigo y expresar su sentido y emocionado homenaje a Guena.
Guenady Alexeievich estuvo en todos los paseos que hicimos a Buxta Radosti (Бухта Радости) y en la dacha de Ceccini, aquella vez que nos reunimos todos los colegas de la radio, para celebrar un nuevo aniversario de nuestras emisiones y rompió su mutismo habitual, para ponerse bromista y recomendar el pepino preparado en salmuera, al que los rusos le agregan jugo de rábano y ajo, señalando que era un reconstituyente y potencionador para reponerse de los excesos del alcohol.
Imagino ahora a Guenna reencontrándose con la querida Katia, con Ceccini, con nuestro inolvidable René Largo Farías, con Francisco Rodríguez y por cierto con Babkén, allá entre las estrellas y el cosmos que ayudaron a descubrir Layka, Gagarin y Tereshkova.
Recuerdo su emoción por la popularidad de la canción IGUAL QUE TU de Quilapayún, que cantaba a quienes escuchaban Radio Moscú.
Y aunque no lo decía, soy testigo de la simpatía que profesaba a las jóvenes estudiantes que integraron la emisión de Magallanes Juvenil.
Guennadi finalmente vino a Chile, fue muy grato recibirlo en casa de Varas y pudo también visitar en su hogar a a Luis Corvalán, ex Secretario General del Partido Comunista y conversar con él, y donde don Lucho reiteró su agradecimiento y gran estima por los periodistas, locutores y técnicos soviéticos que nos acompañaron en esa labor solidaria radial histórica, como lo destaca en su libro DE LO VIVIDO Y LO PELEADO.
Sí, se nos fue el viejo y querido Guennady Spersky, nuestro jefe soviético en Escucha Chile y Radio Magallanes, que gracias a la solidaridad del pueblo soviético, pudo seguir sus transmisiones desde Moscú, .
Por eso desde Chile le gritamos hoy:

¡COMPAÑERO GUENNADI SPERSKY, PRESENTE, AHORA Y SIEMPRE!



LA VOZ DE RUSIA DESPIDE A Guenadi Alexeevich Sperski


Parecía que ayer aún, Guenadi Alexeievich Sperski, comentarista de la Redacción de emisiones para Europa y América Latina, se sentaba como era habitual a la 7 de la mañana ante la computadora y comenzaba la búsqueda incansable de temas, vinculados a los problemas mas agudos de América Latina, de España y de Portugal. Con celeridad profesional encontraba el enfoque para los materiales sobre los temas candentes de las regiones para él entrañables, y escribía operativamente un comentario, que más tarde leía para el éter en español.

Cerca de medio siglo consagró su maestría a temas que dominaba profesionalmente. Hay que decir Guenadi Sperski, una vez egresado de la Facultad de Periodismo de la Universidad Lomonosov de Moscú comenzó su carrera lejos de Moscú, en las Sajalinas, donde le confiaban la preparación de materiales sobre los mas agudos temas de la economía, de la vida y del descanso de los isleños. Sus programas tuvieron de inmediato oyentes asiduos que, literalmente, le enviaban montones de cartas con agradecimientos y peticiones mas diversas. Después de despedirse de la lejana isla se encontró de nuevo en Moscú, en su entrañable calle Piatnitski, donde vivía, había estudiado, y ayudado en la medida de sus fuerzas a los padres, ocupados en esforzados trabajos.

En Radio Moscú Internacional esperaba a Guenadi el trabajo de jefe de sección, en el que reveló elevadas cualidades como organizador y autor de materiales, los que concitaban los comentarios de oyentes del extranjero de decenas de países. Después de una práctica profesional en la Universidad de Santiago de Chile(Universidad Técnica del Estado. Nota del editor), donde estudió la historia de la región y español, Guenadi devino todo un especialista en su nueva tarea. Ello le sirvió sobremanera cuando, después del golpe de Estado en Chile encabezó la sección de emisiones para este país, trabajando en colaboración estrecha con sus colegas rusos y chilenos. Esos programas eran escuchados clandestinamente no solo en los hogares del país ocupado por Pinochet, sino incluso en los campos de concentración, desde donde llegaban mensajes de gratitud a Radio Moscú por la información veraz de lo que ocurría en su tierra. La Junta del dictador se quejó mas de una vez ante organizaciones internacionales por la voz que venía de la capital soviética. Guenadi Sperski, por su incansable e intensa labor fue distinguido con una condecoración del gobierno.

Guenadi Alexeievich fue siempre no solo un buen periodista, sino también un fiel camarada dispuesto a acudir en ayuda a los amigos y colegas. Los egresados de la Facultad de Periodismo de 1960 se enorgullecían de su compañero, cuyo nombre solía aparecer en prestigiosas publicaciones. Guenadi representó dignamente a su generación y al colectivo que lo formó.

Le estamos agradecidos por su actividad y entusiasmo y hoy expresamos el pesar mas profundo a los familiares y amigos del difunto. Guenadi, un trabajador talentoso e incansable quedará para siempre en la memoria de los que tuvimos la dicha de trabajar junto a él.

miércoles, 11 de mayo de 2011

LUIS SEPULVEDA SE OPONE AL CRIMEN DE LESA HUMANIDAD Y LESA ECOLOGIA QUE SE LLAMA HIDROAYSEN


Carta abierta al Presidente de la República de Chile.

Excelentísimo señor
Don Sebastián Piñera.
Presidente de la República de Chile
Palacio de La Moneda
Santiago de Chile.

Ciudadano Presidente: soy un escritor nacido en Chile y un profundo conocedor de La Patagonia y la Tierra del Fuego. En muchos de mis libros traducidos a un gran número de idiomas está presente la vida, gentes y sueños de esa región austral que amo y defiendo con el mismo sano y pacífico tesón que sus habitantes.

Hace muy pocos años desde las mismas oficinas en las hoy usted ejerce la función de gobierno, y desde la elegante frialdad de algunos bancos, se intentó perpetrar un crimen medioambiental contra la Patagonia, específicamente contra la región de Aysén. Una empresa llamada Noranda, con domicilio postal en Canadá y domicilio fiscal en el paraíso tributario de las Islas Caimán, valiéndose de la odiosa Ley de Aguas chilena, una de las más liberales del planeta, pretendía bloquear, detener su curso, matar, tres ríos que desembocan en el Gran Fiordo de Aysén, para construir tres centrales hidroeléctricas que darían energía a una fábrica de aluminio, una de las industrias más contaminantes, y a un puerto destinado a recibir la bauxita y otros minerales. La oposición de los habitantes de Aysén fue muy decidida. Desde la seriedad de un proyecto económico, social y cultural alternativo llamado “Aysén Proyecto de Vida”, los aproximadamente cuarenta mil habitantes de Puerto Aysén, Puerto Chacabuco, Coyhaique y otros poblados que con ese crimen de “emprendedores” verían seriamente afectada su vida, su cultura y sus esperanzas, su presente y su futuro, fueron injustamente ofendidos por el Ministro de Economía de entonces, don Sergio Rodríguez Grossi, quien aseguró que, en términos macroeconómicos cuarenta mil seres humanos eran “nadie”.

Pero a esos “nadie” se unieron otros “nadie” en todo el mundo, porque la preocupación medioambiental, ecológica y en aras de una economía sustentable es parte del imaginario de futuro que mueve a millones de mujeres y hombres que quieren ser ciudadanos antes que consumidores. Esos “nadie” pidieron algo muy simple y legítimo: un estudio de impacto ambiental realizado por un organismo científico independiente, no por la misma empresa impulsora del proyecto o por un gobierno directamente implicado y partícipe de los intereses empresariales. Y esos “nadie”, que fueron groseramente calificados como eco-terroristas, consiguieron detener, al menos temporalmente, uno de los mayores atentados criminales contra la Patagonia. Yo fui uno de esos “nadie”, ciudadano Presidente, hice un documental llamado Corazón Verde, el film fue premiado en el festival de Cine de Venecia, y sirvió para que esos cuarenta mil y tantos “Nadie” se sintieran acompañados por los cientos de miles de otros “Nadie” que defienden La Patagonia, el pristino mundo austral que es patrimonio de toda la humanidad. Soy uno de los tantos que paralizaron “una inversión de siete mil millones de dólares”, y como los ríos que intentaron matar siguen desembocando en el Gran Fiordo de Aysén, asumo esa culpa con orgullo.

Ahora, ciudadano Presidente, nos enfrentamos a una nueva desproporción, a un nuevo intento de terminar con la vida de una de las últimas regiones no contaminadas del planeta, y por eso mismo de un valor incalculable. El valor de la Patagonia, de su naturaleza vital, de sus gentes, de sus sueños y esperanzas, no puede ser decidido ni calculado, ni en sus oficinas presidenciales, ni en la bolsa de valores, y mucho menos en la mesa innoble del consejo de accionistas de la empresas energéticas que pretenden la aprobación del mega proyecto llamado Hidroaysén.

Usted, ciudadano Presidente, declaró monumento nacional al caballo chileno, y con razón. Cuando lo hizo, muchos respiramos satisfechos pues su declaración salvó al soberbio caballo chileno de cualquier experimentación genética. ¿No cree usted, ciudadano Presidente, que una línea de territorio nacional de dos mil trescientos kilómetros de largo por cien metros de ancho, también merece el mismo trato digno que otorgó al caballo chileno? ¿Es usted capaz de imaginar una extensión de veintitrés mil hectáreas? Es difícil convertir los números en imagen. Lo invito a imaginar veintitrés mil estadios de futbol, uno junto al otro. E imagínelos llenos de árboles, de bosques, no de burdas plantaciones de pino o eucaliptos, sino del noble bosque nativo chileno, de la maravillosa diversidad forestal, de la fauna que habita en esos bosques, y de las gentes, de los chilenos y chilenas que conocen esos bosques y los aman. Hidroaysén, ciudadano Presidente, significa la completa deforestación, la aniquilación, el exterminio de veintitrés mil hectáreas de bosque chileno.

Yo sí puedo imaginar esa extensión, porque conozco la Patagonia, porque amo el mundo austral, a sus gentes, a sus sueños y esperanzas, y por eso me opongo a la realización de ese crimen de lesa ecología y lesa humanidad que se llama Hidroaysén.

Hace muy pocos días, ciudadano Presidente, usted declaró que Adán y Eva fueron los primeros “emprendedores”, porque se atrevieron a comer del fruto prohibido. Al margen de las apreciaciones que tenga la iglesia católica o los productores de manzanas tras su afirmación, me permito recordarle que la Patagonia no es una manzana, sino un territorio cuyo mayor valor reside en su pureza ambiental, y habitado por ciudadanas y ciudadanos de la República de Chile que, por esa misma condición tienen derecho a manifestar su aprobación o desacuerdo con el proyecto Hidroaysén. Pero ocurre que los “emprendedores” e instigadores del macrocrimen ambiental han ignorado la opinión ciudadana.

El estudio de Impacto Ambiental para Hydroaysén ha ignorado las opiniones ciudadanas, no ha existido la participación libre de presiones y democrática que la legalidad garantiza. Es un informe viciado, y eso lo sabe usted, ciudadano Presidente, y si no es así, consulte a sus ministros. Hasta las 13.30 horas del día 26 de abril el Informe de Impacto Ambiental estaba rotulado como “inconforme”, pero a las 2 de la tarde de ese mismo día y sin que intervinieran más que funcionarios de la Oficina del Departamento de Desarrollo Urbano y un señor llamado Nicolás Terrazas, a su vez funcionario del Ministerio de Vivienda, la evaluación del Estudio de Impacto Ambiental paso de “inconforme” a “ conforme”.

“Poderoso Caballero es Don Dinero” escribió el gran Francisco de Quevedo y Villegas, pues se da la casualidad que otro miembro de la familia Terrazas, a saber don Pablo, hermano de Nicolás, es propietario de varios terrenos que resultarían inundados si se lleva a cabo el proyecto Hidroaysén, asegurándole una más que jugosa indemnización.

Tan sólo este hecho, este detalle, ciudadano Presidente, vicia por conflicto de intereses (eufemismo para esconder la palabra corrupción) todas las consideraciones acerca del Estudio de Impacto Ambiental y, desde la más estricta legalidad, aconseja paralizar la aprobación del proyecto Hidroaysén.

Sin embargo, usted que ocupa el más alto cargo en la República de Chile, más allá de las triquiñuelas ideadas por subalternos a los que debe despedir de manera fulminante, debe considerar que se está enfrentando a la historia, que siempre juzga, aunque tarde, mas juzga de manera clara y contundente.

En un futuro próximo un busto suyo ocupará un lugar en la galería de los adustos ex presidentes chilenos, y cuando en encargado de limpieza la sacuda el polvo con un plumero, de usted depende que ese hombre diga con admiración: estoy quitándole el polvo al busto de un ex presidente que salvó de la destrucción a la Patagonia, o que simplemente pase de largo y se niegue a desempolvar la imagen del destructor de una de las regiones más bellas y puras del planeta. De Usted depende, ciudadano Presidente.

Con mi más alta consideración
Luis Sepúlveda
Escritor
Doctor Honoris Causa por la Universidad de Toulon, Francia
Doctor Honoris Causa por la Universidad de Urbino, Italia
Caballero de las Artes y Las Letras de la República Francesa
Gijón,10 de mayo de 2011

martes, 5 de abril de 2011

ESTE MIERCOLES 6 DE ABRIL A LAS 13.30 HORAS SERÁ DESPEDIDA GRACIELA ALVAREZ, EN LYNCH 164 , LA CASA DE MICHOACÁN


Amigos:


Este martes 5 en la madrugada
se produjo el fallecimiento de nuestra gran amiga,
abogada y luchadora de las buenas causas,


Graciela Alvarez

El funeral será este miércoles 6 de abril.

Los restos se están velando en Av. Lynch 164 (Microacán)

y de allí saldrá el cortejo al crematorio del Paque del Recuerdo,

este miércoles a las 14.00 después de una ceremonia a las 13.30.


Amigos:

Con profundo pesar comunicamos el fallecimiento de Graciela Alvarez Rojas,
destacada abogada laboralista y defensora de los derechos humanos.

Sus restos son velados en el centro cultural de Michoacán,
calle Lynch Norte 164.
Quienes tuvimos el privilegio de compartir la vida con Chela
sentimos esta profunda pérdida,
pero nos queda el legado imborrable de su entrega
y consecuencia con las causas más justas.

La familia



Hasta siempre Compañera Graciela Alvarez

En las primeras horas del martes 5 de Abril falleció Graciela Alvarez, abogada y comunista chilena de larga trayectoria en la historia de luchas sociales de nuestro pueblo.
Estudió en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, combinaba sus deberes académicos con su gran pasión, la actuación, en 1941 participó activamente en la fundación del Teatro Experimental de la misma casa de estudios.

En 1947 se tituló de abogada, dedicándose al derecho laboral, abogando por la defensa de los trabajadores y sus organizaciones.

Con la vigencia de la Ley Maldita de Gabriel González Videla, debió dejar su pasión por el teatro de lado y dedicarse de lleno a la Defensa de los miles de comunistas y luchadores sociales que fueron perseguidos, asume la defensa del exonerado Senador Pablo Neruda, quien la llamaba “mi abogadesa”.



Luchadora de toda la vida, no descansó ni un momento, siempre había una nueva batalla que dar, participó de las luchas feministas de la década del 40, luego en el Comité Femenino durante Unidad Popular.

Durante la dictadura de Pinochet, fue perseguida y relegada a un campo de concentración en Chiloé, luego a 4 Alamos, y otros.
De vuelta a la democracia, dedicó los últimos años de su vida, al trabajo dentro de la Asociación Latinoamérica de Juristas, en Enero de 2008 presidio una comisión observadora en territorio mapuche, etc. etc. etc.

Esa fue su vida, lucha, lucha y lucha, y eso será siempre para su pueblo, su partido y su juventud..
Sus restos son velados en la Casa Michoacan, ubicada en Lynch Norte 164, en la Comuna de la Reina, a pasos de Plaza Egaña.
Sus funerales se realizarán a las 14.30 hrs. de este miércoles 7 de Abril.

Compañera Graciela Alvarez! Presente!

Dirección Nacional Juventudes Comunistas de Chile




Y la muerte no tendrá dominio.
Los desnudos muertos serán uno
con el hombre en el viento y la luna poniente;
cuando sus huesos sean descarnados y los descarnados huesos
se consuman,
en el codo y el pie tendrán estrellas;
aunque se vuelvan locos estarán cuerdos,
aunque se hundan en los mares se volverán a levantar;
aunque se pierdan los amantes, no se perderá el amor,
y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.
Los que yacen hace tiempo en los recodos bajo el mar
no morirán ahí en vano;
retorcidos en los potros de tormento cuando cedan los tendones,
atados a una rueda de tortura, aún así no serán despedazados;
la fe en sus manos se partirá en dos
y los males los atravesarán como unicornios;
cuando todos los cabos estén rotos, ellos no se partirán;
y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.
No gritarán más en sus oídos las gaviotas
ni romperán ruidosas las olas en la playa;
donde surgió una flor, tal vez otra no alce su cabeza a los golpes de la lluvia;
pero aunque estén locos y muertos como clavos y sus cabezas se hundan entre margaritas,
irrumpirán al sol hasta que el sol sucumba,
y la muerte no tendrá dominio.

martes, 29 de marzo de 2011

A 26 AÑOS DEL DEGOLLAMIENTO DE GUERRERO, PARADA Y NATTINO, MANUEL HIJO RECUERDO EL VIL ASESINATO


Lo que ahora escribo lo hago con mucho dolor.

En este preciso momento, que en Santiago son pasadas las 08:00 de la mañana, llegaba el 29 de marzo de 1985 al colegio, como todos los días, y vi a mi a papá recibiendo a los niños, pues era profesor. Conversaba con José Manuel Parada, sociólogo de la Vicaría de Solidaridad, antiguo camarada de la época de la Jota, y apoderado del colegio. Llegué y nos saludamos de beso. Me llevó un momento a un lado y me contó que el día anterior habían secuestrado a un grupo de profesores de su asociación gremial, la AGECH, de la cual era dirigente, y que los aprehensores habían preguntado por él.

Me quedé atónito mirándolo. Tenía catorce años pero eso ya era edad suficiente como para tener la lógica mínima de que si te buscan, y estábamos en pleno estado de sitio, escóndete, ándate del país, qué haces aquí a las puertas de este colegio, a plena luz del día, te van tomar!!!! Se lo planteé, y él, muy pausado y mirándome con una ternura infinita a los ojos, me tomó de las manos y me dijo que no, que éste era su trabajo, éste era su país, que él ya se había ido una vez y que no lo volvería a hacer, que su lugar era junto al pueblo y su lucha para terminar con la dictadura. Buscando argumentos nuevos, que pudieran hacerlo cambiar de opinión, le pregunté si el Partido le había autorizado para irse del país, que en tal caso les hiciera caso. Paciente, se sonrió, y me dijo que pasara lo que pasara jamás culpara al Partido. Que tranquilo, ya veremos cómo salimos de ésta.

Lo último que me preguntó es acerca de la Gigi, que es mi abuela materna, una mujer muy sencilla que perdió cuando muy pequeñita a sus padres en el terremoto de Chillán en la primera mitad del siglo XX, y que llegó como empleada a Santiago. Ella siempre había acogido a mi padre, a pesar que no tenía formación política alguna, y estuvo con nosotros en todas las búsquedas en 1976 por los campos de concentración cuando secuestraron por primera vez a mi padre. Incluso estuvo detenida con nosotros en el Fuerte Silva Palma, en la segunda desaparición de papá ese mismo año. Ahora, en aquel viernes 29 de marzo de 1985, mi papá me contó que la Gigi, días después del Golpe, cuando papá andaba absolutamente clandestino, sucio y hambriento, escondido tratando de reorganizar a la Jota, lo recibió en su casa, corriendo un riesgo altísimo. Le había preparado un baño y comida. Pocas veces se sintió tan acogido por casi una desconocida, por alguien que se entregaba a él por puro amor, por ser el padre de su nieto y esposo de su hija. Mi padre me contó que la tenía siempre presente, y que lamentaba no haber tenido la oportunidad de agradecérselo.

Le di un beso y me fui a clases.

Mi sala daba las espaldas a la calle. A las 8:50, a minutos de lo que ahora escribo, oímos un helicóptero descender casi al techo del colegio. Nos miramos todos extrañados. Luego un freno de un auto, griterío de voces masculinas que denotaban forcejeo, un balazo y silencio.

Tomé el brazo del compañero de banco y le dije: "mi papá". Él me miró sorprendido, pero preocupado a la vez. Fui muy categórico. Inmediatamente entró Carmen Leiva a la sala, que era miembro del Centro de Alumnos, con los ojos en lágrima y tirándose los dedos de las manos. Le pidió permiso al profesor que impartía la clase para hablar con el estudiante Manuel Guerrero Antequera. Yo me paré en medio de sala de inmediato y le dije: "Se llevaron a mi papá". Asintió con la cabeza y se puso llorar e intentó darme detalles de lo sucedido.

Salí de la sala y me fui directo al baño. Me miré rápido al espejo y me tomé unos remedios que tenía para la taquicardia de la que padecía hacía un año. Me hablé a mi mismo preguntándome qué haría papá en una situación como ésta. Salí corriendo a inspectoría, pedí el teléfono y llamé a Sergio Campos, amigo de mi padre, que era locutor de Radio Cooperativa, muy escuchado en Chile. Me puso al aire y denuncié que sujetos desconocidos, probablemente de la CNI, habían secuestrado a mi padre junto a José Manuel Parada, y que temía por sus vidas. Llamé a que la ciudadanía se movilizara de inmediato para exigir a las autoridades su búsqueda y liberación.

Salí de inspectoría y fui a la calle a ver qué es lo que había sucedido exactamente. Había una confusión enorme en el colegio. Cuando se los llevaron había un curso completo que en ese momento estaba en clases de educación física y se econtraba trotando alrededor de la manzana en la calle El Vergel con Av. Los Leones. Muchos de ellos vieron el plagio. Ahí me enteré que el tránsito había sido interrumpido, minutos antes del rapto, por Carabineros de tránsito, motorizados y a pie, y que se reanudó apenas se habían llevado a mi padre con José Manuel. Que el helicóptero también era de Carabineros de Chile. Que al tío Leo lo habían baleado y que un profe se lo había llevado de urgencia a una clínica. Que Marcela, una compañera de segundo medio del colegio, intentó quitarles a los secuestradores a mi padre, que alcanzó a tomarle la mano, pero los otros era más fuertes. Que el Pelluco, uno de los dueños del colegio fue encañonado y amenazado, por lo que él pálido, probablemente para proteger a los niños o por temor a lo que ocurría, cerró la reja del colegio, dejando a mi padre y Jose Manuel peleando solos con los secuestradores en la calle, y que ahí llegó corriendo el Leo, que casi recupera a mi padre que no paraba de gritar, son de la CNI!, ayuda!, nos quieren secuestrar!



Me paré en la calle y me bajó la sensación que todo esto ya lo había vivido. Me preocupé absurdamente por mi seguridad, así es que compañeros me cambiaron parte de la ropa, me puse lentes oscuros, un jockey de gorra, y le pedí a Cristóbal, un compañero y amigo de la Jota del colegio, que me sacara de ahí, que yo tenía un papel que cumplir, que no me podía pasar nada.

Cuando nos fuimos a casa de Cristóbal había llegado la Policía de Investigaciones de Chile junto a Carabineros para preguntar qué había pasado... Me irritó el cinismo de nuestras instituciones de Orden y Seguridad y traté de pensar a qué lugar se llevaban a papá en ese momento.

En casa de Cristóbal conversamos qué podíamos hacer. Era todo confuso, me faltaban elementos, papá de seguro sabía lo que estaba ocurriendo, en qué debía fijarme y acordarme para entender con qué y quiénes estábamos tratando... Yo mismo no tenía clara cuál era la función de papá en el Partido, conocía su labor de dirigente público, pero debía haber algo más, pues sino porqué había tanto recurso del Estado comprometido para tomarlo en forma abierta, a la vista de niños y profesores en un colegio.

Desde que papá había llegado de regreso a Chile de su exilio, el 22 de noviembre de 1982, de forma inmediata lo retuvieron en el aeropuerto. Al entregar sus documentos en el mesón de Policía Internacional, el funcionario al leer la tarjeta de embarque, dijo en voz alta "es él", y acto seguido se lo llevaron a una sala esperando una llamada del "jefe". Mi padre muy preocupado consultó qué es lo que sucedía y en virtud de qué lo tenían retenido. No hubo respuesta. Después que le revisaron toda la documentación y lo que traía, lo dejaron ir. Un automóvil lo siguió hasta la casa familiar de Maipú, cosa que él de inmediato -¡en su primer día de regreso al país, después de años de distancia!- denunció llamando a las radios. Así de valiente era mi viejo, y así de presente lo tenían los organismos represivos de la dictadura.

En diciembre de 1982 retornamos nosotros, junto a mamá y mi hermana América a Santiago, desde Barcelona. Nos reencontramos con papá quien ya estaba participando en la organización de la primera marcha del hambre que se realizó, convocada por el movimiento sindical. El año 83 fue mágico, pues las protestas nacionales eran masivas, se respiraba mucha esperanza, con actos multitudinarios. Papá se abocó a organizar a los profesores cesantes y a la creación del Movimiento Democrático Popular, MDP, que agrupaba a las fuerzas políticas de izquierda que luchaban por el retorno de la democracia, pero con contenido social. Lo acompañé a muchas manifestaciones y concentraciones. Su energía de trabajo era infinita, y siempre tenía la "película muy clara", me comentaba la gente con quien interactuaba. Su apuesta eran las políticas de alianzas, la unidad de la oposición, el derrotar a la dictadura, pero en el marco de una transformación simultánea de la economía, de modo que ésta favorieciera a las grandes mayorías, fundamentalmente al mundo trabajador y poblacional que en aquellos años sufrían una situación de cesantía y hambruna real.

Llegó el año 1984, y papá trabajaba junto al Pato Madera, muralista destacado de la época de las Brigadas Ramona Parra, en el Taller Amistad que tenían en la calle San Pablo. Todo muy sencillo, pero lleno de jóvenes y viejos que hacían lienzos, pintaban cuadros, experimentaban formatos distintos de cassettes y revistas, todo con mensajes llamando a la organización y lucha contra la dictadura.



Asumió Sergio Onofre Jarpa de Ministro del Interior y de inmediato la CNI fue a casa a buscar a papá para detenerlo. Como él no vivía con nosotros no lo pudieron ubicar, pero dejaron una copia de la orden detención y expulsión del país de papá, junto a Mario Insunza Becker, firmada por el Ministro del Interior, con la leyenda "por orden del Presidente de la República", es decir, Augusto Pinochet. Aún conservo ese documento, que da testimonio del lugar desde donde venían las órdenes para vigilar, detener y matar.

Papá tuvo que volver a la clandestinidad. Allanaron la casa de la familia Guerrero en Maipú; secuestraron al hermano menor de papá, mi tío Francisco; detuvieron a una hermana de papá, mi tía Esperanza; detuvieron y torturaron al profesor Tolosa de la AGECH preguntando por papá, en fin, la represión era muy fuerte e intensa para dar con su paradero. Mi padre comenzó un exasperante peregrinar de casa en casa.

En aquellos días yo había cumplido los 14 años. Vivía el inicio de mi adolescencia. Rebelde me pelié con mamá y la amenacé con irme a vivir con papá. Ubiqué a mi padre y la comuniqué mi decisión. Él estaba radiante de felicidad, siempre había soñado con volver a compartir conmigo los momentos en que me dormía y despertaba. Quedamos de acuerdo, yo tomé mis textos escolares, un poco de ropa, mi guitarra, y me fui a Maipú a encontrarme con él a tomar once e iniciar nuestra vida juntos. Llegué puntual, pero dieron las siete, las ocho y las once de la noche y papá no llegaba. Ya cuando me estaba durmiendo apareció, con los ojos llorosos. Me dió un gran abrazo y me dijo, con el dolor de su alma, que lamentablemente no podía irme con él, que habían sacado una nueva orden de detención de parte del Ministerio del Interior y ahora tendría que salir de Santiago. No lo podía creer. Me había costado mucho tomar la decisión. Ahora tendría que volver con mi orgullo en el suelo a casa, a mi pieza de niño, cuando estaba a punto de cumplir uno de mis sueños. Pero sus ojos no mentían, estaba verdaderamente preocupado.

De ahí no lo volví a ver durante meses. Llegó el año nuevo con el que comenzaría 1985. Con mi hermana América fuimos a la casa de mis abuelos en Maipú y celebramos contentos, pero con la ausencia de mi padre que en algún lugar, en alguna casa estaría comiendo con una familia ajena. De pronto, noté que mi abuelo se puso muy nervioso y me hablaba como enojado. Había algo raro en el ambiente. Súbitamente entró al patio de la casa el auto de mi tío Francisco, pero en reversa. Estacionó frente a la puerta de la casa, lo que no era usual. Se bajó mi tío y abrió expectante la maletera. Corriendo fuimos con mi hermana y primos a ver qué sucedía. En su interior habían frazadas, que de a poco tomaron vida y comenzaron a moverse, y de pronto, de entre ellas, se asomó el rostro de papá con su risa gigante y luminosa, mirándonos victorioso. Había burlado el seguimiento y, arriesgando su vida, se sumó a la familia para compartir unos momentos junto a nosotros.

Pasé toda la tarde pegado a él, como un pequeño animalito incondicional. Comimos, lavamos los platos juntos, guitarreamos un rato -ambos somos desabridos pero gozamos cantando-, y luego llegó el momento de la despedida. Yo me abracé de mi hermana mientras observábamos como se volvía a introducir a la maletera y se perdía bajo las frazadas. ¿Lo volveríamos a ver?

A principios del año 85 el Ministerio del Interior informó a la familia que a papá le habían levantado la orden de detención y expulsión del país. Apenas lo supo, él aprovechó de inmediato la ocasión para volver a encontrarse con los profesores y juntos pasamos los efectos del terremoto de inicios de marzo de aquel año. Papá criticaba el que los propios profesores cesantes tuvieran que juntar limosnas para repartírsela a los colegas que habían quedado sin hogar producto del sismo. "Le estamos quitando a los que no tienen, y le estamos dando miseria a los que se merecen mucho más. Tenemos que exigirle a las autoridades estatales que asuman ayudar a todos los damnificados. Esto no es una cuestión de caridad, es un problema político desde el cual debemos organizarnos para protestar y buscar unidad de propósitos con amplios sectores", decía.

En eso estaba cuando el secuestro del 29 de marzo de 1985. Sin embargo esto no podía constituir motivo suficiente para que una institución del Estado secuestrara a tanta gente consultando por papá y luego se lo llevaran de las puertas de un colegio. Ese era mi intución en aquel minuto a pocas horas de ocurrido el secuestro en mi colegio. En casa de Cristóbal, trataba y trataba de dar en mis recuerdos con alguna pista para saber por dónde había que buscarlo para hallarlo vivo y salvarlo de una muerte segura, pero no supe desenrredar la madeja. Me faltó edad, experiencia, y claro, papá realizaba una actividad con mucho sigilo que solo con el tiempo pude ir reconfigurando. Ahí estaba la verdadera clave de su secuestro y posterior degollamiento. Su caso fue utilizado para atormentar a toda la sociedad, de ello no cabe ninguna duda. Pero no era solo eso, había un odio particular hacia él, desde el mismo año 1976 cuando sobrevivió la detención y desaparición, torturas y prisión política...

A fines de 1984, la peridiodista Mónica González de la revista Cauce, de oposición al régimen, había sido contactada por Andrés Valenzuela, alias "El Papudo", ex agente del Comando Conjunto -organismo que coordinaba distintas ramas de las Fuerzas Armadas con el propósito de reprimir-, quien se encontraba sometido a profundos remordimientos por sus acciones pasadas y valientemente dio el paso a contar su verdad, a riesgo de que se supiera y fuera ultimado por sus propios ex colegas. Mónica González se juntó con él y no podía dar crédito a todo lo que este hombre le relataba: detalles de las detenciones, torturas, ejecuciones y lugares donde habrían dejado los restos de muchos detenidos desaparecidos durante el año 1976, el mismo año en que el Comando Conjunto había tenido detenido desaparecido a mi padre. La periodista dándose cuenta de que se trataba de información extremadamente delicada, antes de su publicación decidió validar la misma, para lo cual contactó a José Manuel Parada, que a la sazón era el encargado de Documentación y Archivos de la Vicaría de la Solidaridad. En Chile habían muy pocas personas que como él manejaban casi toda la información acerca de los aparatos represivos, pues le llegaban a diario los testimonios de los luchadores sociales y sus familiares que habían sido apresados.



José Manuel, al conocer el carácter de la información y antes de entrar en su detalle, le sugirió a la periodista que había una persona, la única persona en realidad, que contaba con toda su confianza y que podía triangular la información con su propia experiencia de detención en manos del Comando Conjunto y lo que indicaba Valenzuela: mi padre. Con la venia de Mónica González, los tres se pusieron a analizar las largas horas de grabación del testimonio y mi padre con José Manuel no podían creer a lo que estaban accediendo: la estructura completa del Comando Conjunto, sus acciones, las fechas de detención de los militantes comunistas detenidos desaparecidos, los sitios en que fueron ultimados, los nombres y alias de los agentes de las distintas ramas de las fuerzas armadas y de civiles que participaban en el Comando. Mi padre, absolutamente impresionado, iba confirmando una a una las informaciones. Estaban frente a una información valiosísima que permitía aclarar muchos casos de violaciones a los derechos humanos y dar con el paradero de los detenidos desaparecidos. Pero al mismo tiempo se dieron cuenta que sus vidas, como la del ex agente, corrían un enorme peligro, pues los agentes seguían activos y harían todo para que tal información no se hiciese pública. Por ello decidieron que la información se publicaría cuando Andrés Valenzuela estuviera a salvo fuera del país y cuando ellos mismos hubieran alcanzado a tomar las medidas de seguridad que evitaran su inminente captura. La decisión era presentar toda la información en un medio de circulación masiva en el extranjero, tipo Washington Post, y una vez fuera conocida, entregarla con detalles a los Tribunales de Justicia chilenos para que investigara los hechos.

Leyendo y releyendo el testimonio del agente Papudo, mi padre se pudo enterar de los detalles de su propia detención en 1976 cuando tenía 27 años de edad, pues Andrés Valenzuela había participado en tal episodio. Ahora comparto con ustedes parte de la información que probablemente llevó mi padre a la muerte, por el terror y cobardía de los agentes a enfrentar la verdad y su responsabilidad en los hechos, que aún siguen impunes:

"El operativo fue en el sector de Departamental. Recuerdo que la 'Pochi", la agente de la FACH Viviana Ugarte Sandoval, estaba en el lugar con un equipo de radio para avisar su salida. Cuando salió, fue tomado por el "Chico" y "Alex", agentes de la Marina, y a consecuencia de un pequeño forcejeo, a "Chico" se le disparó el arma, hiriendo a Guerrero en un costado. Fue conducido de inmediato a "La Firma" estando herido. Allá, el "Lolo", el "Fifo" Palma, "Jano" y "Wally", lo interrogaron y torturaron poniéndole electricidad directamente en la herida.

A consecuencias de los golpes y electricidad, Guerrero perdió el conocimiento por unos instantes por lo que se llamó al doctor Alejandro Forero "hijo", hoy cardiólogo en el Hospital de la FACH. El doctor señaló que la herida era grave y que el detenido debía ser trasladado al hospital.

Alrededor de una hora después que se fue el doctor Forero de "La Firma", se recibió el llamado telefónico de un general, no estoy seguro que fuera de la FACH, y ordenó el traslado de Guerrero al Hospital de Carabineros. Nos causó sorpresa que el general ya estuviera enterado que teníamos a Guerrero. En el hospital estuvo siempre esposado, lo que recuerdo bien ya que varias noches me tocó hacerle guardia."

Con esta información, ahora quedaba claro porqué el Comando Conjunto había resuelto "entregar" a mi padre a la DINA durante su detención y desaparición en 1976: Mi madre en aquellos meses hizo todo lo humanamente posible para dar con el paradero de mi padre, concurriendo personalmente -embarazada de mi hermana América- a las oficinas del presidente de la Corte Supre­ma. Él para calmarla hizo un ejercicio retórico: "Señora, en Chile no hay detenidos desaparecidos. Voy a llamar delante de usted al General Contreras, para que se de cuenta que no hay nadie del nombre de su marido detenido en algún recinto de las Fuerzas Armadas y de Orden". Y lo hizo. Y sin saberlo o quererlo, esta llamada al despacho del coronel Manuel Contreras, que dirigía la DINA, le salvó en ese momento la vida a mi padre, pues cuando Contreras se enteró que uno de los principales dirigentes de las Juventudes Comunistas, a quien sus hombres buscaban intensamente, se encontraba en poder del Comando Conjunto, o el "Grupo de los 20" como se hacía llamar, enfureció, porque no estaba informado. Movió todos sus contactos y exigió que el director de la Dirección de Inteligencia de la Fuerza Aérea, general Enrique Ruiz Bunguer, y el director de la Dirección de Inteligencia de Carabineros, general Rubén Romero Gormaz, le entregaran a mi padre.



La presión del coronel Manuel Contreras se hizo insoportable y la Dirección de Inteligencia de Carabineros (DICAR) debió asumir su detención. El 18 de junio de 1976, estando mi padre ilegalmente detenido y baleado -sin que nadie de nosotros supiera su paradero- en el Hospital de Carabineros, el ge­neral Romero debió entregarlo a la DINA a pesar de que la bala seguía enterrada en su axila. Un oficio firmado por el general Rubén Romero Gormaz, y dirigido al director de la DINA, acompañó a mi padre en su ingreso al campo de concentración de Cuatro Alamos, que estaba bajo control de la DINA: "Remito antecedente del dirigente de las Juventudes Comunistas Manuel Guerrero Ceballos, quien fue detenido por personal de Inteligencia y que se encuentra a disposición de la DINA, en el Hospital de Carabineros."

Siete días permaneció incomunicado mi padre en Cuatro Alamos. La bala la tenía aún clavada en el costado. En esos siete días se decidió su destino, pues el viernes 25 de junio de 1976, el día de su cumpleaños y a la misma hora en que la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó el recurso de amparo en favor de él, mi padre fue obligado a levantarse de su camastro en la celda de incomunicación en que fue arrojado. No sabía adonde lo llevarían. Esa misma mañana fue trasladado al campamento del lado, el del tránsito a la libertad, Tres Alamos.

Los organismos represivos, por esta lucha entre ellos, habían decidido que viviera, pero no contaban con que mi padre denunciaría por todo el mundo lo que le habían hecho y que había reconocido a uno de los agentes, el traidor Miguel Estay Reino, el "Fanta".



La información que entregó Valenzuela en su testimonio a Mónica González era una bomba, y en rigor, sigue siendo una bomba. Pues en ella se establece, entre otros aspectos, que Viviana Ugarte Sandoval, alias "La Pochi", había participado como agente del Comando Conjunto en la detención ilegal de mi padre. Presumiblemente ella es la mujer que relata en un escrito que dejó papá con el nombre "La sesión macabra continua", donde describe las torturas que le aplicaron, y que en medio de ellas había una mujer que lo acariciaba mientras le aplicaban electricidad.

Sí. Viviana Lucinda Ugarte Sandoval es la esposa del general de la FACH Patricio Campos, quien es la persona nombrada por las Fuerzas Armadas que participó en la Mesa de Diálogo que tenía por objeto recabar información acerca del paradero de los detenidos desaparecidos en Chile... Curiosamente, precisamente la información que correspondía a las víctimas del Comando Conjunto fua alterada, de acuerdo a las declaraciones de Otto Trujillo, "Colmillo Blanco", otro agente del Comando Conjunto que contó su versión de la verdad al diario La Nación.

Por desgracia, y por razones que aún me cuesta comprender, la entrevista a Andrés Valenzuela fue publicada sin autorización de mi padre y José Manuel en el extranjero, antes que ellos pudieran ponerse a salvo. Los agentes del Comando Conjunto, ahora agrupados en un departamento de la Dirección de Comunicaciones de Carabineros (DICOMCAR), con domicilio en calle Dieciocho, en el mismo local de la "Firma" en que tuvieron torturado a mi padre en 1976, apenas se enteraron del testimonio de Valenzuela se pusieron en alerta y decidieron cortar literalmente el problema por la raíz: eliminar a José Manuel y mi padre, para impedir que la verdad circulara por el mundo. Por ello allanaron y secuestraron la imprenta de la Asociación Gremial de Educadores de Chile (AGECH) el 28 de marzo de 1985. Buscaron frenéticos ese lugar pensando que ahí se encontraban los stenciles de publicación del testimonio de Valenzuela sobre el Comando Conjunto. La imprenta estaba a nombre del artista gráfico Santiago Nattino. Esa misma noche lo secuestraron y lo llevaron a calle Diecicho, al local de la DICOMCAR, ex La Firma del Comando Conjunto. Lo esposaron a un parrón y comenzaron su tortura. Una vez que secuestraron, al día siguiente, el 29 de marzo, como hoy, a mi padre y José Manuel, los torturaron a los tres, quemándoles cigarrillos en el cuerpo, sacándoles las uñas, aplicándoles electricidad y quebrándoles los huesos de la frente a culatazos.



Al día siguiente, el 30 de marzo de 1985, dirigidos por el Fanta, con un cuchillo atacameño que le había regalado Moren Brito, los degollaron bajo Estado de Sitio camino a Quilicura y dejaron que sus cuerpos se desangraran. Hoy tres sillas vacías recuerdan a don Santiago y a los Manueles en el lugar en que les dieron muerte.

No quisieron que se supiera la verdad, como ha sido la tónica del silencio de las Fuerzas Armadas y de Orden para no dar con el paradero de los detenidos desaparecidos. Fundamentalmente por cobardía a no enfrentar sus propios actos, sus propias decisiones. Siguen estando en deuda con nosotros, con los hijos, con la sociedad chilena. La mayoría de aquellos agentes y de quienes les dirigían no han sido juzgados, y los médicos que torturaron, los civiles que actuaron, los oficiales que participaron en tan horrendos crímenes, siguen en sus lugares de trabajo como si nada pasara.

Pero sí pasa y no deja de pasar. Tal como mi padre y José Manuel arriesgaron y dieron sus vidas por la verdad y la justicia, nuevas generaciones surgen y dan con creatividad las luchas del presente, vinculados con aquella memoria del crimen, pero también de los compromisos, las militancias por una vida digna.

Por eso hoy los recordaremos en nuestra velatón cultural. Cada uno/a tomará de la mano a don Santiago y a los Manueles, y con ellos a cada uno/a de los/as luchadores/as sociales de nuestro país, de su mundo trabajador, artístico, profesional, intelectual. Somos muchos/as. Honraremos sus vidas y no dejaremos de denunciar y exigir justicia a sus asesinos y al Terrorismo de Estado. Hacemos el esfuerzo diario de seguir enamorados de la vida, como una conquista que nos pueden ni queremos que nos quiten. Por eso decimos, ¡Con Memoria y Alegría, Adelante por la Vida!

Hoy pondré mi vela por ese último beso que le di a papá, y a quien he dedicado mi modesta vida, junto a mi compañera e hijas. Ahí estaremos, en la calle, codo a codo. Y entre la gente, quiero verte bailar...

Todos los días, toda la vida!

Manuel Guerrero Antequera

Santiago, 29 de marzo 2011

08:35 hrs.

jueves, 24 de marzo de 2011

ARQUITECTO MIGUEL LAWNER RESPALDA A MICHEL CARTES, QUIEN PROPONE PASAR DE LA MEDIAGUA A LA MEDIA CASA


DE LA MEDIAGUA A LA MEDIA CASA

DE LA PRECARIEDAD A LA DIGNIDAD

DEL INDIVIDUALISMO A LA SOLIDARIDAD

DEL NEGOCIO AL BENEFICIO.

Miguel Lawner
23.03.2011.

Ayer participé en el lanzamiento del libro
“De la Precariedad a la Dignidad. De la mediagua a la mediacasa”.
La publicación describe la reconstrucción de 40 viviendas en la localidad de Coronel, dañadas por el terremoto del 27F. Las obras se iniciaron en Julio del año pasado y concluyeron en Diciembre de ese mismo año.

La iniciativa fue impulsada por SEPADE, (Servicio Evangélico para el Desarrollo), corporación de derecho privada, sin fines de lucro, de origen y vocación evangélica y ecuménica.

El acto tuvo lugar en la acogedora sede del SEPADE, ubicada en una de las alas del centenario Hospital San José. Fue una ceremonia austera –yo diría humilde- , sin alardes publicitarios, pero desbordante de humanismo, al conocer un video que muestra el proceso de construcción e instalación de las viviendas, y que culmina con los emotivos testimonios de las familias beneficiadas.

SEPADE solicitó el respaldo del Comité Intereclesiástico de Emergencia de Chile (CIECH), que logró el financiamiento del proyecto por parte de ACT Alianza. ( )
Los fondos proporcionados por esta institución, alcanzaron a la suma de tres mil dólares por vivienda, equivalentes actualmente a $ 1.440.000.- que corresponden a UF 67.



El equipo zonal de SEPADE Concepción asumió la gestión general del proyecto y el diseño de arquitectura se encargó a la oficina Think Factory Arquitectos, dirigida por el colega de Chillán Michel Cartes , titulado en la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Bio Bio.

Se optó por localizar las obras en Coronel, ciudad de 95.000 habitantes, que a raíz del terremoto resultó con 3.300 viviendas dañadas, de las cuales 1.330 fueron declaradas inhabitables.

El desafío fue proponer una solución habitacional que significara un avance respecto a lo ofrecido hasta ahora en Chile durante las emergencias
Los promotores del proyecto estaban animados por el convencimiento de que las familias damnificadas tienen el derecho a recibir una solución digna.
“Así llegamos a la propuesta de la mediacasa; modelo habitacional de emergencia, no desechable, confortable y seguro, concebido como la primera parte de una vivienda definitiva.” ( )

Los arquitectos se plantearon la tarea de proveer el mayor confort posible: técnico, acústico, de seguridad, estanqueidad, salubridad y estético, en el marco de los recursos disponibles.
De esta manera, diseñaron una unidad habitacional en madera, de 3 x 8 metros, levantada sobre pilotes de hormigón. Todos los revestimientos exteriores y los pavimentos son en piezas de madera seca tinglada o machihembrada de primera calidad, revestimientos interiores y cielos se especifican en planchas de madera prensada; la aislación térmica en los muros consiste en planchas de aislapol de 30 mm. y de 100 mm. en los cielos, y los paramentos exteriores se protegieron mediante una capa de capa de fieltro asfáltico de 10 libras.

La obra fue un modelo de participación tanto de las familias involucradas como del Municipio de Coronel, institución con la cual se fijó un convenio que estableció los siguientes compromisos a cumplir por parte del Ayuntamiento:



- Selección de las familias beneficiadas
- Apoyo profesional para evaluar la viabilidad de cada terreno.
- Proveer camiones para el traslado de los paneles desde el centro de
acopio hasta cada terreno.
- Mano de obra para la instalación de los poyos de fundación y para
algunas labores menores.
- Acompañamiento técnico durante la construcción y
- Aportar colchones para las camas.

Las familias beneficiadas se comprometieron a
- Colaborar en la toma de decisiones de ubicación, demolición, y desarme de las viviendas afectadas.
- Aplicar el color en puertas y ventanas.
- Efectuar terminaciones de la vivienda: Aplicar impermeabilizantes, pinturas de puertas y ventanas, barnices, etc.
- Colaborar en la habilitación del terreno, limpieza y mejoramiento, todo esto previo a la instalación de la mediacasa.
- Colaborar con los trabajadores que construirían su mediacasa.
- Cuidar su nueva vivienda.

El procedimiento empleado, activó las múltiples potencialidades que abre un proyecto participativo. Como se operó sobre los terrenos de cada familia damnificada, la solución maximizó la utilización de todo lo aprovechable con posterioridad a la daños generados por el sismo. En algunos casos, lo único que había sobrevivido era la caseta sanitaria, y en consecuencia, la mediacasa se emplazó adjunta a este cuerpo. En otros casos se añadió a un ala de la casa existente evaluada como recuperable. Algunos destinaron la solución a la zona de dormitorios, otros a estar comedor y cocina.

En definitiva cada solución tuvo un emplazamiento diferente, adecuado a la diversidad de las situaciones existentes, y a las prioridades establecidas por cada familia.
La modalidad solidaria de la iniciativa despertó apoyos insospechados. Una empresa privada proporcionó los materiales necesarios para dotar las viviendas con algunos mobiliarios tales como estantes, literas o muebles de cocina.
Estudiantes del Centro Educacional de la Madera(CEM) y del Liceo Industrial de Temuco, se organizaron en talleres extraprogramáticos, para diseñar y confeccionar gratuitamente los prototipos del mobiliario, en concordancia con el proyecto de arquitectura.
Finalmente, las faenas concluyeron con la plantación de un árbol, al amparo del cual las familias habrán de recordar esta acción solidaria que marcará sus vidas para siempre.
“Junto con entregar la mediacasa, hemos querido plantar un árbol en cada una de ellas. A través de este árbol, haremos entrega oficial de la vivienda a cada familia, será nuestro certificado y su crecimiento representará el puente entre ellas y nosotros.” ( )

El resultado obtenido es un producto del amor y la solidaridad.
Además del beneficio otorgado a cada familia damnificada, el barrio donde residen mantiene su identidad y se enriquece con un mejoramiento armónico con el entorno.

Diseño propuesto para la mediacasa.

Nada de esto es posible en el marco de la actual producción de viviendas vigente en Chile. El sistema del subsidio individual no fue concebido para solucionar las demandas habitacionales, sino que como un mecanismo destinado a transformar la vivienda en una mercancía.

A un año de la catástrofe, son muy escasas las obras de reconstrucción de viviendas. Los damnificados deambulan con el certificado del subsidio en sus manos sin saber como materializarlo.
Su única alternativa es recorrer el mercado habitacional que le ofrece diversos modelos de casas tipo prefabricadas promovidas por el MINVU.
La variedad de tamaño de los predios, -normalmente bastante exiguos-, dificulta la instalación de dichos prototipos, y cuando llegan a calzar, suelen violar alguna de las normas vigentes en cuanto a separación de las medianeras, orientación de los recintos o rasantes.
Qué decir de coordinar con los restos de la edificación existente salvados del desastre. La casa tipo los ignora. Es un injerto ajeno a ellos y a su entorno.

La fórmula del subsidio tal como opera hoy día, puede ser adecuada para aplicarse en desarrollos inmobiliarios normales, en los cuales los postulantes carecen de sitio propio y les resulta indiferente su instalación en una u otra zona. A lo sumo aspiran a permanecer dentro de los límites de la comuna en la cual residen.


Diferentes opciones de ampliación de la mediacasa, y detalles constructivos.

La emergencia, en cambio, se caracteriza por los siguientes factores:

a)Las personas afectadas están instaladas en un sitio bien determinado y salvo excepciones, solo aceptan una solución en dicho lugar,
b)El cuadro de viviendas afectadas se caracteriza por su diversidad. Algunas quedaron totalmente destruidas, otras parcialmente o con daños menores. Lo racional es evaluar y diseñar la respuesta adecuada para cada caso. Ofrecer una respuesta única constituye un despilfarro de los recursos fiscales.
c)Las unidades habitacionales dañadas no están agrupadas y se encuentran dispersas en un determinado territorio. Este factor hace inviable la intervención de la gran empresa que rehusa operar en tales condiciones y que tampoco acepta construir con los moradores instalados en la misma faena.


Imagen de la casa y testimonio de la familia Báez Palma

He propuesto con anterioridad la creación de Sociedades Mixtas entre los Municipios y los respectivos SERVIU, instituciones a las cuales el MINVU les entrega la administración de los fondos destinados a la reconstrucción, que deberán variar en conformidad con las evaluaciones técnicas de cada caso. Estas Sociedades, como también puede hacerlo una ONG o una EGIS, contratan a empresas constructoras medianas o pequeñas, que operan mediante el tradicional sistema de estados de pago conforme al avance de las obras.

Se reproduce así la exitosa experiencia participativa y solidaria aplicada con las 40 familias de Coronel, que estoy seguro convoca a la colaboración de miles de jóvenes profesionales así como de las universidades, transformando las faenas de reconstrucción en una auténtica fiesta.

Al término de la ceremonia de lanzamiento del libro ya mencionado, felicité calurosamente a Michel Cartes, joven profesional a cargo de la hermosa experiencia impulsada por SEPADE, ejemplo de un profesional capaz de liberarse del veneno inoculado por el neoliberalismo en la formación y en la práctica del noble oficio de la arquitectura.
Le manifesté que daría a conocer su experiencia al círculo de colegas a los cuales remito mis reflexiones y a quienes entregaría su correo electrónico en la eventualidad que quisieran contactarlo.
Aquí va:

mcartes@thinkfactory.cl

Digamos a manera de colofón que, contrariamente a las leyes de Murphy, las cosas que van mal, siempre pueden mejorar.


El libro trae el testimonio de las 40 familias favorecidas con el proyecto de SEPADE: