viernes, 28 de noviembre de 2008

LUIS CORVALAN: El Gobierno De Allende Por Dentro Y Por Fuera.El Sistema Legal Debía Ser Cambiado en Chile


El Sistema Legal Debía Ser Cambiado

Cuando se cumplió el primer año del gobierno de la Unidad Popular,
el Presidente de la República, en una asamblea que se efectuó en el Estadio
Nacional, repleto, le dio cuenta al pueblo y al país de lo que se había hecho
en doce meses. “Podemos decir –expresó Salvador Allende con voz entera y
legítimo orgullo revolucionario-- que “el pueblo de Chile ha recuperado lo que
le pertenece, ha recuperado sus riquezas básicas de manos del capital
extranjero. (….) Nuestro cobre, nuestro hierro, nuestro salitre, nuestro acero, las bases fundamentales de la economía pesada, son hoy de Chile y los chilenos”.

Y agregó que ya “controlamos el 90% de lo que fuera la banca privada, l6
bancos, los más poderosos, entre ellos el Español, el Sudamericano, el Crédito
e Inversiones y el Banco de Chile y más de 70 empresas monopólicas y
estratégicas ya han sido expropiadas, intervenidas, requisadas o estatizadas”
al mismo tiempo que “hemos acentuado y profundizado el proceso de reforma
agraria: mil 300 predios de gran extensión, con 2 millones 400 mil hectáreas,
han sido expropiados”.

“Pero --enfatizó-- si es importante haber aplicado la Reforma Agraria
para hacer producir de manera distinta la tierra y cambiar su propiedad, lo es
más haber hecho que el campesino se sienta ciudadano, y comprenda la gran
tarea de estar junto al pueblo, al obrero, para hacer posible que nuestra gente
coma más. Su trabajo lo siembra a lo largo de la Patria y ha de representar
más salud y más bienestar para todos los chilenos”.

En la situación concreta que se daba en los años 1970 y 1971, el
Estado de Derecho que heredó el gobierno del Presidente Allende posibilitó
hacer realidad importantes cambios en la esfera de la propiedad y poner en
práctica una serie de medidas de justicia social contenidas en el programa
de la Unidad Popular.

La Constitución que normaba ese Estado de Derecho le confería al
Presidente de la República, vale decir al Poder Ejecutivo, importantes
atribuciones, convirtiendo en secundario el Poder Legislativo que en muchos
países es el principal. Había en esa Constitución un cierto número de
disposiciones y leyes que le permitieron al Primer Mandatario tomar una
serie de medidas dirigidas al cumplimiento de su programa, esto es, a la
transformación social y el mejoramiento de los niveles de vida del pueblo.

El Presidente tenía -y sigue teniendo- en forma exclusiva, la iniciativa y el
patrocinio de leyes que implican gastos públicos y poder de veto sobre las
decisiones del Congreso que no fueran de su parecer. Los vetos sólo podían
y pueden ser rechazados por los dos tercios del Parlamento.

Además existían decretos leyes y disposiciones legales que
aumentaban apreciablemente la capacidad operativa del Ejecutivo. El código
del trabajo autorizaba al Presidente para intervenir aquellas empresas que
estuviesen paralizadas y que, por tal motivo "pusiesen en peligro la salud de
la población o afectaren la tranquilidad económica-social" o fuesen
productoras de "artículos o mercaderías esenciales para la defensa nacional o
el abastecimiento de la población".

El Decreto Ley 520, dictado en agosto de 1932 por el gobierno de facto de Carlos Dávila, que sucedió al de la República Socialista, autorizaba también al Ejecutivo para expropiar empresas industriales y comerciales, en los casos de que estuviesen "en receso", "para el solo efecto de atender a las necesidades imperiosas de la subsistencia del pueblo.”

El Artículo 30 de la Ley 12.927 también lo autorizaba para intervenir
empresas de transporte o productoras o elaboradoras de artículos esenciales para el abastecimiento de la población o para la defensa nacional, en los
casos en que hubiesen paralizado su actividad, y la Ley 27.074 le daba esa misma facultad cuando la empresa estuviese en paro a raíz de una huelga y la intervención fuese solicitada por sus trabajadores, en la forma señalada por dicha ley.
El gobierno hizo un amplio y legítimo uso de estas atribuciones legales.

El poder que tenía y aún tiene el Presidente de la República no es
precisamente propio de un régimen democrático, toda vez que dicho poder
hacía y hace del Primer Mandatario un verdadero monarca que dura 6 años.
Pero en el caso concreto que analizamos, con un Presidente como Allende,
para el cual el primer actor era y debía ser el pueblo, poseído, además, de
una férrea voluntad de hacer los cambios que el país necesitaba, esa suma
de atribuciones que la Constitución y las leyes le conferían fue un elemento
vital y decisivo para emprender la tarea de crear una democracia real y
despejar un buen trecho del camino hacia el socialismo.

Al mismo tiempo, ese estado de derecho obstaculizaba, entrababa
llevar a la práctica gran parte de las transformaciones, especialmente
aquellas que tenían que ver con la institucionalidad vigente, es decir con el
mismo Estado de Derecho que era indispensable modificar para que fuese
más democrático y pudiese servir los intereses del pueblo y de la nación.
Expresamente, en su primer Mensaje al Congreso Pleno, Salvador
Allende se refirió a este asunto con estas palabras: “Nuestro sistema legal
debe ser modificado. De ahí la gran responsabilidad en la hora presente:
contribuir a que no se bloquee la transformación de nuestro sistema jurídico.
Del realismo del Congreso depende, en gran medida, que a la legalidad
capitalista suceda la legalidad socialista conforme a las transformaciones
socioeconómicas que estamos implantando, sin que una ruptura violenta de la
juridicidad abra las puertas a arbitrariedades y excesos que responsablemente
queremos evitar”.


Pues bien, la Constitución contemplaba la posibilidad de cambiar o
modificar substancialmente la propia institucionalidad. Y Salvador Allende y
la Unidad Popular consideraban fundamental convertir esa posibilidad en
hechos. En su primer Mensaje del 21 de mayo de 1971 sostuvo, sin
subterfugios, que el Gobierno Popular se proponía "reemplazar la actual
Constitución, de fundamento liberal, por una Constitución de orientación
socialista. Y el sistema bicameral en funciones, por la Cámara Única.”




Al efecto, en noviembre de ese mismo año, con la firma del Presidente Allende y
de los Ministros de Justicia, Lisandro Cruz Ponce y de Interior, José Tohá,
se envió al Parlamento el proyecto de reforma constitucional que establecía
el sistema legislativo unicameral, ampliaba los derechos y garantías
individuales, consagraba tres áreas de propiedad, (la propiedad social, la
mixta y la privada) y estipulaba la participación de los trabajadores y del
pueblo en la conducción del Estado y de la economía nacional.

En los fundamentos del proyecto, el Presidente de la República
afirmaba que “el sistema bicameral no responde a ninguna necesidad real y en
la actualidad contribuye a dilatar la adopción de decisiones políticas
oportunas, a dificultarlas artificialmente y a crear en la opinión pública una
suerte de desconfianza y recelo frente al proceso de formación de la ley que se
estima costoso, lento e ineficaz.”

Invocaba el hecho de que, en dicho sistema, un proyecto “debe recorrer largas etapas de tramitación en el Congreso para llegar a ser ley, lo que resta de inmediato a esa norma gran parte de su efectividad”. Como prueba de tal afirmación hacía presente que aún se encontraba pendiente de la decisión del Parlamento el proyecto que se le
había enviado “el día 13 de junio del presente año para enfrentar los efectos
del sismo ocurrido el día 8 del mismo mes”. ¡Y habían pasado ya cinco meses
sin ser despachado! Mencionaba también, como muestras de “lenta
tramitación parlamentaria, los 26 años que demoró en salir la ley sobre
accidentes del trabajo” y los 20 años que se requirieron para que ambas
Cámaras aprobaran la Ley que creó el Servicio Nacional de Salud.

Sostenía, por último, que el bicameralismo “ha servido de freno a la transformación
social desde los inicios de nuestra vida republicana” y hacía suya la opinión
del jurista demócrata cristiano Francisco Cumplido, quien afirmaba que “el
Parlamento debe ser unicameral en Estados unitarios como Chile” a fin de
lograr “que sea un instrumento eficiente en el cambio social”.

El Proyecto contemplaba, además, elegir la Cámara Única junto con el Presidente de la República para”evitar los problemas que tradicionalmente han enfrentado los Ejecutivos que han debido gobernar con Parlamentos adversos”. Establecía también “eliminar las elecciones extraordinarias que en el orden práctico no se justifican”, cubriendo cada vacante con “el candidato que habría sido elegido de haber correspondido un cargo más a la lista” del parlamentario a reemplazar. Consideraba además que el cargo de parlamentario fuese incompatible con los de director, asesor o gestor, a cualquier título, de empresas o sociedades. En caso alguno, el parlamentario podría percibir del Estado una suma mensual que excediera de 20 sueldos vitales. Se elegiría un parlamentario por cada 60 mil habitantes. Se
introducía una novedad en cuanto establecía la obligación de conservarles a
los Parlamentarios el cargo que hubiesen estado desempeñando al momento
de ser elegidos. De este modo, al término de su período podrían incorporarse
a funciones iguales o análogas a las que antes efectuaban dentro de sus
actividades privadas.

Por otra parte el proyecto le daba al Presidente de la República “la
facultad de disolver el Parlamento por una sola vez en su período, con el objeto
de permitir que la ciudadanía resuelva los posibles conflictos que puedan
suscitarse entre ambos órganos de Estado”, prohibía el desempeño de los
cargos parlamentarios por más de dos períodos sucesivos, proponía que los
Ministros de la Corte Suprema duraran seis años en sus funciones y
extendía el derecho a sufragio a los chilenos residentes en el extranjero.
Por su lado el Congreso Nacional podía considerar proyectos de ley
por iniciativa del Presidente de la República, de cualquiera de sus miembros
o con la firma de al menos cinco mil ciudadanos o el patrocinio de la Central
Única de Trabajadores. Facultaba al Congreso para pronunciarse sobre la
culpabilidad: a) del Presidente de la República, de los Ministros de Estado y
de los Intendentes y Gobernadores, por actos cometidos en el ejercicio de sus
funciones, en que hubiesen comprometido gravemente el honor o la
seguridad del Estado, o infringido la Constitución o las leyes; b) de los
Magistrados que establece esta Constitución, de los Magistrados de los
demás Tribunales Superiores de Justicia y del Contralor General de la
República por actos cometidos en el ejercicio de sus funciones con infracción
abierta de la Constitución o las leyes, y c) de los Generales o Almirantes de
las Fuerzas Armadas por haber comprometido gravemente la seguridad o el
honor de la Nación.

Otro grupo de estas materias básicas de la citada reforma constitucional se refería a las garantías y derechos individuales. El proyecto planteaba terminar con las disposiciones discriminatorias respecto de los hijos calificados de legítimos, naturales o simplemente ilegítimos. Asimismo, proponía eliminar en las leyes chilenas las disposiciones discriminatorias en razón de filiación, sexo, raza, ideología o religión. Tampoco podrían establecer diferencias de capacidad para la mujer en razón de su estado civil.

Las madres, cualquiera que fuere su estado civil, tendrían los mismos
derechos ante la ley. Las leyes chilenas establecerían un sistema adecuado
que posibilitara una efectiva investigación de la paternidad. El que procreaba
un hijo debía asumir la responsabilidad paterna.

Además, el Estado establecería un sistema nacional de atención
jurídica que aseguraría a todos los habitantes de la República la posibilidad
de ejercer efectivamente sus derechos. La ley determinaría la gratuidad de
esta atención.

También el proyecto contemplaba la creación de sistemas o fondos
únicos por ramas de seguridad social, que garantizaran efectivamente la
igual protección de todos los habitantes del país frente a los estados de
necesidad.

Establecía, asimismo, el derecho a la salud, imponiéndole al Estado
y a la sociedad la obligación de crear las condiciones que permitieran un
adecuado desarrollo físico, mental y social del ser humano.
Creaba el derecho a la vivienda, obligando al Estado a adoptar las
medidas necesarias para que nadie careciera de una habitación adecuada
para é1 y su familia, la que sería inembargable si su superficie no pasara de
100 metros cuadrados.

Se garantizaba la estabilidad del trabajo, elevando este derecho a
rango constitucional. Paralelamente se declaraba como deber del Estado
procurar las condiciones adecuadas para un justo descanso y para la
asistencia económica en la vejez.

La Reforma Constitucional que contemplaba modificaciones tan
democráticas como las señaladas fue enviado por el Presidente de la
República a comienzos de noviembre de 1971 y ni siquiera se trató en el
Parlamento.

El Gobierno De Allende Por Dentro Y Por Fuera.

http://64.233.169.132/search?q=cache:YwWThS64qNoJ:www.cep.cl/Cenda/Cen_Documentos/Pub_LCorvalan/+Luis+Corvalan&hl=es&ct=clnk&cd=3&gl=cl

jueves, 27 de noviembre de 2008

JOSE MIGUEL VARAS Y "MILICO" GANADORES DEL PREMIO ALTAZOR 2008 TRIUNFAN EN ESPAÑA



José Miguel Varas, periodista, locutor, escritor, caricaturista, hombre consecuente, uno de los grandes intelectuales que tiene Chile y por sobre todo un gran amigo, persona libre de la pedantería que adquieren algunos al llegar a las alturas, además capaz de reirse de si mismo, de ironizar exquisitamente de la vida, con una cara de palo, que nos hace morir de la risa, nos ha dado una nueva alegría y agrega un motivo de orgullo a quienes lo conocemos, queremos, respetamos y echamos de menos.

Nuestro Premio Nacional de Literatura, acaba de ser distinguido con el Premio Altazor 2008, por su libro "MILICO", por eso basta de cháchara y halagos y veamos qué dice la prensa española de nuestro querido compañero, por ser LA REPUBLICA:



"Varas es un periodista de notable y larga trayectoria en la prensa escrita, en la radio y la televisión. Tiene en su haber más de veinte publicaciones: Los sueños del pintor (2005), El seductor (2006, Premio Municipal de Literatura 2007), Conducta de un gato (2006), Premio Consejo del Libro (2007) y Milico (2007, Premio Altazor 2008), entre otros.

El autor, exiliado durante 17 años, fue amigo personal de Pablo Neruda por lo que no podemos dejar de mencionar sus notables crónicas sobre él: Neruda y el huevo de Damocles (1992), Nerudario (1999) y Neruda clandestino (2004) que dan cuenta de la admiración y también del conocimiento personal del gran poeta. Precisamente, el 24 de octubre sale a la venta en Chile la nueva publicación de José Miguel Varas, Tal vez nunca, una colección de crónicas nerudianas. Asimismo, el escritor dinamizó la vida cultural chilena con abundantes crónicas y ensayos sobre la realidad social y política, desafiando la persecución y tomando partido por los más ignorados y desposeídos de su país.

La novela comienza en Chile horas antes del golpe militar de 1973 que llevó al poder al general Augusto Pinochet. Termina años después con el desenlace que menos esperaría el lector, porque es un viraje brusco, violento, cruel.

El protagonista es Jaime Román, periodista y militante comunista, hijo de un coronel del ejército que muere un día antes del golpe. El acontecimiento tiene lugar cuando Jaime vela a su padre en la capilla del Hospital Militar. Allí, recibe los primeros maltratos al irrumpir intempestivamente un grupo de soldados. Román tendrá que partir hacia el exilio y vivirá una historia de amor que se vio interrumpida durante 20 años.

Milico está considerada como la novela que describe el golpe militar. Generosa sin duda, capaz de abrir los brazos a los personajes más dispares, a los ambientes más contrastados ―militares y barberos, periodistas y campesinos, hombres y mujeres―. Compleja por su reparo en lo que todos tienen de más contradictorio: desde el milico a la antigua, forjado en la obediencia, que desacata una orden bajo el gobierno de Ibáñez; hasta el verdugo uniformado de los 70 que cree obrar por una sociedad más civilizada; desde el hijo de caballero que deviene en militante comunista hasta la madre que abandona al hijo por otra lealtad más fuerte. Novela increíblemente fina de oído, atenta al canto particular de cada una de sus criaturas, pues en esta novela las conversaciones se escuchan, los personajes tienen voz y dejo. Quizá sea esa pluralidad de voces lo que da a Milico su categoría: la de una novela-mundo que no excluye a ninguna figura".

La editorial murciana Alfaqueque Ediciones publicó coincidiendo con el décimo aniversario del “caso Pinochet”, publicó Milico y destaca que Varas es Premio Nacional de Literatura 2006 (Chile), Premio Municipal de Literatura 2007 (Santiago, Chile), Premio Consejo del Libro 2007 (Chile), Premio Altazor 2008 en narrativa y por presentó la obra en Casa de América de Madrid, el 20 de noviembre, con la participarán del autor, el escritor, Carlos Franz y el editor, Fernando Fernández Villa.
http://www.larepublica.es/foro.php3?id_article=13121



Por su parte http://www.elconfidencial.com/cache/2008/11/20/2_chileno_miguel_varas_recuerda_novela_tiempos.html señala:

Casi veinte años después de que terminara la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), el escritor chileno José Miguel Varas (1928) publica en España "Milicos", una novela tejida "con los recuerdos de un trauma que Chile no ha superado".

En una entrevista con Efe en Madrid, donde presenta hoy la obra -editada en España por Alfaqueque- Varas asegura que su novela habla "de la posibilidad de la felicidad, pero anclada en la situación de ese momento" que vivieron los chilenos.

La historia que ha inventado Varas comienza unos pocos días antes del golpe militar que encabezó Pinochet el 11 de septiembre de 1973 contra el Gobierno del presidente socialista Salvador Allende.

El "nudo novelesco" surge de un episodio en el que un joven asiste a la irrupción violenta de los militares en el funeral de su padre, también militar. Se trata de un joven periodista de radio que había sido conservador, como su padre, pero que rompe con su pasado y se hace comunista.

"Es una persona con incertidumbres, no un poseedor de todas las verdades; es escéptico y dubitativo", dice Varas para describir a su protagonista, que, "enfrentado a la dictadura cruel, se convierte en militante por responsabilidad y obligación ética de responder".

José Miguel Varas reconoce que el título del libro "da la idea de una obra política y de denuncia", pero es una ficción "enclavada en el medio social chileno y su problemática".

El autor ha atribuido a sus personajes pensamientos diferentes, "algunos defensores de la dictadura y otros no", e incluso hay un militar de elite, descendiente de indios mapuches, entrenado para torturar, que se entera de las atrocidades sufridas por su pueblo y decide desertar.

También hay elementos autobiográficos en la novela, admite Varas, convencido de que "todos los autores escriben con su propia experiencia".

El novelista chileno recuerda los tres años del Gobierno de Allende. "No hubo socialismo, como suele decirse. Fue un Gobierno socialista que adoptó medidas importantes para hacer una sociedad más amplia y más justa".

Y recuerda el autor cómo "ese Gobierno socialista nacionalizó el cobre; una decisión que fue tan criticada, pero que hoy hace que las cajas fiscales de Chile estén repletas de dinero gracias a que el cobre es del Estado y no de los estadounidenses". EFE jnr/is



Finalmente la Oficina de Prensa de la Embajada de Chile en España, añade sobre“MILICO” que "en Madrid, arropado por intelectuales de prestigio y teniendo como escenario la Casa América, José Miguel Varas presentó su último libro “Milico”, (Premio Altazor 2008) novela que se inicia horas antes del golpe militar de 1973, y en el que el protagonista, Jaime Román, periodista e hijo de un coronel de ejército- que fallece el 10 de septiembre- es detenido durante el velatorio de su padre en la capilla del Hospital Militar.

Editado por Alfaqueque de Madrid, la novela de 376 páginas ha provocado el interés del lector español, ávido siempre por conocer, ya sea en obras de ficción o testimoniales lo ocurrido durante el gobierno de Augusto Pinochet. Sin embargo, esta visión a priori, es descartada por el autor, quién durante el acto aseguró que “esta no es una novela del golpe militar, sino una historia humana ambientada en ese momento histórico”.”No es la novela del golpe”, insistió Varas, “sino una historia de supervivencia”.

“José Miguel Varas narra la tragedia chilena con una suerte de humor compasivo, hacia ambas partes, que ha sido muy raro hasta ahora. Esta novela balzaciana y moderna, madura y divertida, se niega al olvido, pero lo hace “para recordar sin ira”, afirmó en la presentación de la obra, Carlos Franz, agregado Cultural de la Embajada de Chile en España.

El editor del libro, Fernando Fernández Villa explicó que “Milico” “reúne todos los objetivos para recuperar textos y autores que entreguen valores como la solidaridad, la libertad, la paz, la memoria histórica. Todo eso está en esta novela”, afirmó al referirse al porqué de su elección."

jueves, 20 de noviembre de 2008

LUIS CORVALAN: EL DERRUMBE DEL PODER SOVIETICO

El derrumbe del Poder Soviético (por Luis Corvalán Lépez)

9 Agosto, 2007 - 04:02 — equipo.editor

La crisis de los paises socialistas y el colapso de la Unión Soviética provocaron una fuerte conmoción, especialmente en los millones de militantes comunistas.

Desorientados, desmoralizados, muchos se quedaron - hasta hoy - sin respuesta a sus acuciantes preguntas. Luis Corvalán, autor de este libro, no fue ajeno a esta crisis. Secretario del Partido Comunista de Chile durante 31 años, aporta en este volumen su propia vivencia de los acontecimientos, y el conocimiento personal de los protagonistas del drama.

Avalado por su dilatada experiencia política- milita en el PC desde hace mas de 60 años-, resultan impactantes sus reflexiones sobre lo que fue la construcción del socialismo en la URSS, asi como sus defectos: el culto a la personalidad y sus raíces históricas; el papel del Partido “ el exceso de poder le hizo mal”; la política económica que despreció las leyes del mercado; la responsabilidad de Gorbachov ( “aprendiz de brujo que desató los demonios”). Descarnado, no elude en este análisis la autocrítica al papel del PC chileno ( “ no queriamos ver la realidad tal cual era”) y su ciega adhesión a la URSS.

Revelador, el libro resultará imprescindible para entender un capítulo vital de la historia política de este siglo.

Editorial Los Andes.

http://www.luisemiliorecabarren.cl/?q=node/348

EXTRACTO LIBRO: EL DERRUMBE DEL PODER SOVIETICO.

Capítulo 12.-

EL PRINCIPAL RESPONSABLE

No hay más que reconocer que el Partido Comunista de la Unión Soviética es el principal responsable del derrumbe del socialismo en su país y en Europa del Este. El Partido que fundara Lenin, el Partido que dirigió la revolución más trascendental de la historia humana y que encabezó victoriosamente a su pueblo durante tres cuartas partes del siglo XX, tenía que haber demostrado esa misma capacidad para impedir la proliferación de males en el seno de la sociedad soviética y en sus propias filas, para corregir a tiempo las deformaciones y, finalmente, para llevar a la “ perestroika” a buen puerto. Y no sucedió así.

El PCUS fue fundado por Lenin en 1898 con el nombre de Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia. Pasó a llamarse Partido Comunista por acuerdo del VII Congreso celebrado en Petrogrado en marzo de 1918. Surgió y se desarrolló como un partido de acción que puso en movimiento a millones y millones de hombres y mujeres en pos del socialismo. Consideraba que éste tenía que ser – y no podía ser de otra manera – obra del pueblo, al cual educaba y del cual aprendía y se aconsejaba. En tiempos de Lenin ésta fue la regla de oro del comportamiento del Partido. En ello radicaron su fortaleza y sus éxitos.

Después de Lenin, en uno y otro momento de la historia de la Unión Soviética, el Partido mantuvo este comportamiento o primó en él dicha conducta. Pero es incuestionable que,también después de Lenin, aparecieron en su seno- y a la postre se hicieron dominantes- los rasgos que lo llevaron a separarse del pueblo y a dejar de ser un partido comunista propiamente tal, para convertirse en un ente burocrático, en un aparato de poder, en una simple máquina de administración.

Formalmente, el Gobierno de la URSS estaba en manos del Soviet Supremo, constituido por un poder legislativo bicameral, por la Cámara de Representantes del Pueblo y la Cámara de Representantes de las Nacionalidades. Era el Parlamento de la URSS, pero lo cierto es que carecía de facultades reales de poder. Se reunía por lo general una vez al año para aprobar el paquete de medidas que le proponía el Presidium del Soviet Supremo, sin que siquiera mediara una real discusión.
Con la “ perestroika” se creó un Parlamento que merecía el nombre de tal, el Congreso de Diputados. Lo vi funcionar a mediados de 1988. Discutía sobre “ un cuanto hay”.Sus debates no eran estériles. Los diputados consideraban cosas de interés y cosas baladíes, hasta si debían usar corbata en el ejercicio de sus funciones. Estaban preocupados por los mecanismos electrónicos para contar los votos. Este mecanismo era como un juguete novedoso que atraía su atención. Comprensible. Hacían su experiencia.


En la práctica, durante 70 años, el Gobierno de la URSS estuvo, en la mayoría de esos años, en manos del Partido o, dicho más exactamente, en manos del aparato del Partido. Este mandaba en todo. Nada se hacía sin su consentimiento, sin que mediara de su parte una resolución.

Cuando llegué a Moscú para instalarme allí con mi familia, dando comienzo a mi exilio, me entregaron un departamento en un viejo edificio de la calle Gorki, a tres cuadras de la Plaza Roja, edificio en el cual residía Luis Carlos Prestes, que era entonces secretario general del Partido Comunista de Brasil. Algunas semanas después surgió la necesidad de cambiarme a un departamento más amplio, porque dos de mis hijas, una de ellas casada, que se hallaban en Moscú desde comienzos de año, tenían que irse a vivir con nosotros.¿ Con quién hablamos? ¿ A quién le solicitamos el cambio de vivienda? ¿Quién solucionó el problema? Hay una sola respuesta: el Partido, cuyo Comité Central tenía un departamento especial para resolver estos asuntos. Otro hecho decidor. Un día nos llamó por teléfono, desde España, nuestra amiga Julia Araya, que había viajado desde Santiago a Madrid, junto a su esposo, Jorge ; un prestigioso odontólogo.

Querían pasar a vernos por unos tres dias. A la Unión Soviética podía llegar cualquier persona procedente de cualquier lugar del mundo, a través de Inturist o de alguna otra agencia de turismo que tuviera convenio con ella. La agencia le ofrecía y le organizaba el tour y le coseguía la visa. Todo lo que tenía que hacerse era cancelar el valor del billete de avión, comprendido hospedaje y alimentación. En el caso de Julia y Jorge, como no viajarían a través de Inturist y se alojarían en nuestra casa, se requería que nosotros le consiguiéramos la visa. ¿ A quién nos dirigimos? Pues, al Partido. A través de él se arreglo el viaje.

El Partido suplantaba los organismos admnistrativos, estaba por sobre ellos. En decenas de años se acostumbró a dirigir en todo la vida del Estado, con o sin ley, de acuerdo o al margen de la ley. Si la Constitución, se pensaba, le confiere el papel de Partido dirigente, todo debe dirigir. Sus funcionarios le tomaron el gusto al desempeño de tal facultad.

El Estado tenía formalmente tres poderes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. En la práctica había uno solo: el Partido. Cuando se reunía el Soviet Supremo para considerar una ley, ésta se aprobaba invariablemente, sin mayor discusión. Contaba con el acuerdo previo del Partido y eso bastaba.

El exceso de poder le hizo mal. Lo puso por encima de la sociedad y, en definitiva, al margen de la sociedad. Terminó diluyéndose como la sal en el agua, hundiéndose como un viejo barco carcomido y lleno de agujeros, sin vitalidad alguna. Ha tenido un triste fin.

A propósito de la derrota de la revolución chilena, los dirigentes soviéticos citaron una y otra vez una frase de Lenin que había que tener en cuenta rigurosamente: “La revolución-dijeron- debe saber defenderse”. ¡ Quién iba a pensar que la más grande e importante de las revoluciones no iba a ser defendida por el Partido que la llevó a la victoria!.

La “perestroika” fue aprobada por el Pleno del Comité Central del PCUS en abril de 1985, pero sin un convencimiento cabal, más bien formalmente. Los planteamientos de Gorbachov contaron con su anuencia, más no con su respaldo. Gorbachov apareció adelante del Partido y frenado por una parte de éste, por el “part-aparat” o la mayoría de sus componentes. El Partido perdió su cohesión, dejó de ser Partido dirigente y entró en profunda crisis.

En el Pleno de marzo de 1990, al discutirse la plataforma y los Estatutos del PCUS, el secretario de la organización comunista de la fábrica de relojes de Minsk, Victor Chikin, dijo que esa discusión “ parece un concilio de médicos reunidos en torno a la cama de un muribundo”.

En 1990, el 10 % de los que se retiraban de las filas del PCUS declaraban que lo hacían porque éste iba a la zaga de los procesos reestructuradores de la sociedad. Y según una investigación sociológica nacional, realizada ese mismo año, más de un tercio de los encuestados manifestó sus dudas en el sentido de que el PCUS fuese capaz de cambiar y cumplir con eficiencia su papel de vanguardia. Casi la mitad expresó que el prestigio del Partido era bajo.

Algunos alegaron a favor de una purga en sus filas, recordando que también las hubo en los tiempos de Lenin y sosteniendo que no había porqué temerlas. Podría ser positiva, sostuvo el diario “ Socialisticheskaia Industria”. Pero a esa altura del tiempo no había quién le pusiera los cascabeles al gato.

Once días antes del golpe se reunió el Buró Político del PCUS, expuso su preocupación por la pérdida de influencia del Partido en el movimiento obrero y anunció la adopción de medidas para restablecer sus posiciones.Pero ya era tarde. No alcanzó a tomar medida
alguna ni podía hacerlo, y si las hubiese podido tomar no habrían tenido ningún efecto práctico. Habrían sido resoluciones adoptadas en el aire y para que quedaran en el aire.

Bajo la firma de A. Ilin, el diario PRAVDA del 30 de septiembre de 1991 consignó lo siguiente: “El destino del PCUS se va tornando trágico”. Con el inicio de la “perestroika”, el Partido, al comienzo en forma lenta y luego acelerada, se fue quedando atrás de los acontecimientos. No pudo asimilar la política del multipartidismo, prevaleciendo el carácter burocrático y conservador de sus estructuras.Esto lo separó de las fuerzas progresistas y provocó la salida de muchos militantes. A mediados de este año perdió 4 millones de sus integrantes.

Muchos en el diario escribimos sobre la crisis del Partido con la esperanza de que se tomaran las medidas pertinentes. Estas esperanzas se fortalecieron cuando se eleboró el nuevo programa, en el cual la organización intentaba, analizando la historia, recrearla, levantando lo válido y lo vivo, negandose a tomar lo ya muerto y dando pasos hacia una nueva calidad. Pero este proceso fue drásticamente cortado, interrumpido por los acontecimientos de agosto.

“La declaración del Comité de Emergencia fue dirigida- esto debe acentuarse- en contra de la renovación democrática, en contra de la reestructuración del Partido. Después del fracaso del golpe, dado que entre los golpistas habían miembros del CC del PCUS, el Partido fue congelado. Sin investigaciones ni juicio fue declarado ilegal. Una tras otra se fueron entregando las estructuras del Partido. Este, en algunas de las repúblicas, ya cambia de nombre y orientación”.

Así las cosas, la “perestroika”, por la forma en que se inició y llevó a cabo, estaba condenada al fracaso. Para triunfar tenía que haber sido concebida, discutida y asumida por todo el Partido, empezando por su Comité Central, y luego llevada al conocimiento, la consulta, la discusión, la ratificación de todo el pueblo, de los trabajadores en primer término. Así lo habría hecho Lenin y el Partido de los tiempos de Lenin o del Stalin de 1941, cuando ante la agresión fascista, ante un desafío de la historia que requería la movilización de todo el pueblo, el Partido y Stalin se dirigieron a él y supieron ponerlo de pie en la defensa de la Patria Socialista.

La “perestroika” surgió en la cúpula, se aprobó en la cúpula y empezó a operar mediante instrucciones y decretos, con el vapuleado método del ordeno y mando. La mayoría de los soviéticos la acogió con beneplácito, pero no se organizó ni promovió la participación activa de las masas en el profundo proceso de renovación que ella implicaba. El Partido no jugó su papel de dirección en ese aspecto. Dejó hacer a Gorbachov. Dejó que las aguas escurrieran, las limpias y las descompuestas. Permitió que empezaran a sugir y a ganar más y más posiciones personas y grupos que entraron a la arena política, de buena o mala fe, erosionando el socialismo.

Con la perestroika y la glasnot se rompió el monopartidismo, aparecieron varios otros partidos políticos con diversos nombres: socialdemócrata, proletario, democristiano, verde, anarquista, empresarial, monárquico. Muchos miraron esto con recelo ; otros con interés y simpatía. Entre las correcciones que debían introducirse al sistema estaba, precisamente, la de poner fin al monopolio político, al desconocimiento total de cualquiera otra manifestación política que no fuera la de los comunistas.

Ni Marx, ni Engels, ni Lenin sostuvieron jamás que la construcción del socialismo exigía como condición sine qua non la existencia de un solo partido. Durante la revolución y en los primeros años del poder soviético, junto con el partido de los comunistas, estaba el de los Socialistas Revolucionarios, los llamados “eseristas” de izquierda. Si prevaleció un solo partido fue en virtud del hecho que los “eseristas” se volvieron contra la revolución y fueron sorprendidos con las manos en la masa en el complot del 6 de julio de 1918 contra el poder soviético, fraguado por los adversarios del Tratado de Brest-Litovsk, de la Paz con Alemania promovida y defendida por Lenin.

Así se configuró, históricamente, la existencia de un solo partido político en la URSS. Pero este hecho no tenía por qué llevar envuelta la negación del pluralismo político a 70 años de la Revolución de Octubre. El pluralismo político es, ante todo, aunque no exclusivamente, consecuencia del pluralismo social que la Revolución Socialista no suprimió ni podía suprimir y que existió durante todos los años del Poder soviético.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

EL ESCRITOR MANUEL ROJAS VIVE



Los invitamos a participar de un homenaje al escritor

Manuel Rojas, a los 35 años de su muerte.

Se realizará el día viernes 14 de noviembre, a las 19:00 horas
en la sala Joaquín Edwards Bello, en la Feria del libro.

Participarán de este Homenaje:

José Miguel Varas, Premio Nacional de literatura 2006,

Jaime Pinos, escritor y editor de Lanzallamas y de la Revista Carcaj

Jacinto Bustos, director del Centro Cultural Manuel Rojas.

Modera Francisco de Miranda, escritor de LOM Ediciones.

domingo, 9 de noviembre de 2008

EL RODRIGUISTA RAUL PELLEGRIN, EL COMANDANTE JOSE MIGUEL VIVE



Otro acontecimiento ha sido la presentación, el martes pasado en la Biblioteca de Matucana 105, del libro de “Mi hijo Raúl Pellegrin, Comandante José Miguel”, de que es autora nuestra compañera y amiga Judith “Tita” Friedmann.
Fue presentado por Mónica González y por Miguel Lawner.

Este último hizo un fecundo y objetivo análisis de la historia del país en tiempos de Raúl, al que tuve el privilegio de conocer así como a sus padres y hermanas en aquellos inolvidables días habaneros. Una velada inolvidable, preñada de recuerdos de años de los que el pueblo chileno ha de estar orgulloso.

Una justa llamada de atención a los señoritos que propagan que el retorno a esta precaria democracia fue el resultado sólo del triunfo del No. Patraña burda que desconoce la influencia determinante del pueblo en las calles, de la lucha multiforme de las masas, del heroísmo de los jóvenes combatientes.

Pienso que las victorias de los comunistas y del Juntos Podemos Más de este 26 de octubre serán otro golpe a las viudas y viudos de Pinochet, a los fascistas disfrazados de demócratas, y a los que no se atreven a dar los pasos necesarios para recuperar una democracia plena. Desde el gobierno comunal la izquierda podrá impulsar con fuerza los cambios sociales que Chile requiere con extrema urgencia.

Eduardo Contreras



JUDITH "TITA" FRIEDMANN V.
Edicion:1ª, Año: 2008 N° de Páginas: 174
Formato: 14x21 cms. ISBN: 978-956-00-00
Editorial: LOM Precio Internet: $6.000 (US$9,38)
http://www.lom.cl/catalogo/productos.asp?lista_autor=1&autor=2436&portal=1&detallado=1

Su madre reconstruye en este libro una vida breve. Apenas 30 años. Nos muestra la etapa de formación de Raúl, su caráter y sus sueños. Judith Friedmann no hace concesiones apologéticas ni da respuestas que desconoce. No acepta verdades reveladas ni utiliza el cartón piedra. No pretende tener la última palabra. Ha escrito este texto emocionante y necesario. quiere pelear contra el olvido, y recordar la existencia generosa de su hijo.



PRESENTACION DEL LIBRO ESCRITO POR TITA FRIEDMANN

MI HIJO RAUL PELLEGRIN
COMANDATE JOSE MIGUEL



Miguel Lawner.

Necesitábamos un libro como el que nos entrega Tita Friedmann. En estos largos años de lo que hemos conocido en Chile como la transición, demasiadas verdades se han conocido a medias, otras han tardado demasiado en conocerse, y aun persisten versiones maliciosamente tergiversadas sobre numerosos hechos o personas que exigen un necesario esclarecimiento.

La historia del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, sus orígenes y desarrollo, es una de estas asignaturas pendientes, y el libro que hoy comentamos, es una gran contribución para el restablecimiento de la verdad.

Se trata del relato conmovedor de una madre que describe la corta vida de su hijo: Raúl Pellegrin Friedmann , fundador del FPMR, adolescente con 15 años de edad al momento del golpe militar del 11 de Septiembre de 1973, y que cayó asesinado quince años mas tarde, mientras encabezaba dicho destacamento popular.

Con Tita Friedmann nos une una larga amistad, compartiendo ideales y el noble oficio de arquitectos. Los dramáticos episodios acontecidos en nuestra existencia, no han quebrado una relación, que se conserva tan sólida como hace ya unos sesenta años.



Pertenecemos a la generación que ingresó a la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile, en los años posteriores al fin de la Segunda Guerra Mundial, motivados por la ola progresista que cubrió toda la humanidad, como consecuencia de la derrota inferida al nazismo, y en particular por el rol de la Unión Soviética en dicha conflagración. La superioridad del socialismo parecía indiscutible, y las más altas figuras de la cultura universal adherían a los Partidos Comunistas en todo el mundo, también en Chile.

En nuestra Escuela de Arquitectura, el movimiento estudiantil había impuesto una profunda renovación de los planes de estudio: la Reforma del 46, caracterizada por su alto contenido social. Ingresamos a la Jota y después al Partido Comunista un gran número de estudiantes, varios de los cuales además contrajimos matrimonio, entre ellos, la Tita y Raúl Pellegrin Arias, conocido familiarmente como el Pollo; su hermana: Ety y Pablo de Carolis; el Maco Gutiérrez y Betty Fishman; Carlos Albrecht y Yolanda Schwartz; Pedro Iribarne y Sonja Friedman; Ricardo Tapia Chuaqui; Pancho Ehijo; Sergio González; Alejandro Rodríguez, Sergio Bravo Ramos, que mas tarde derivó al cine, Moisés Bedrack, y nosotros dos con mi compañera, Anamaría Barrenechea, sin mencionar a tantos de las generaciones que nos sucedieron.



Es difícil concebir una amistad tan estrecha como la que se generó en este lote. Fernando Ortiz nos bautizó como la aldea, porque siempre llegábamos apatotados, ya sea a las asambleas de la Fech, como a las fiestas, al cine o a los paseos.
Destacamos en nuestros estudios y más tarde en el ejercicio profesional, conservando siempre a lo largo de los años, los ideales asumidos en la juventud. Nunca separamos la arquitectura del compromiso social.

Nos formamos políticamente en los años de la represión de González Videla. Bajo la conducción de Ricardo Fonseca, de Galo González y Luis Corvalán, el partido nos hizo personas de espíritu abierto, unitario, desprovistos de sectarismo, lejos de la caricatura que suelen atribuirnos.

Tuvimos el privilegio de ser protagonistas en los 20 años de crecimiento del movimiento popular en Chile que culminaron con el triunfo de Allende, y casi todos fuimos distinguidos con altas responsabilidades en su gobierno.
Esas fueron las familias cohesionadas en cuyo seno se criaron nuestros hijos. Nacieron rodeados de ideales, del amor y la solidaridad.

Raúl Alejandro Pellegrin Friedmann es uno de ellos. La mayoría ingresó a las Juventudes Comunistas de Chile y a muy tierna edad cumplieron tareas políticas. Se unieron a las brigadas muralistas, o cargaron sacos de harina durante los paros sediciosos contra el gobierno de la Unidad Popular. Raulí
-como lo llamaba Tita-, endureció sus tiernas manos cosechando tomates en las jornadas de trabajos voluntarios.

El golpe militar en Septiembre del 73 acabó de cuajo con el proceso excepcional que encabezó Salvador Allende. Nuestros hijos vieron frustradas sus expectativas en plena adolescencia. Les cercenaron su futuro. Algunos perdieron a sus padres, la mayoría se quedó sin estudios y sin país
La casa de los Pellegrin Friedmann fue allanada brutalmente, siendo destruidos utensilios, mobiliario o inofensivos objetos domésticos por lo cual la familia debió refugiarse en la Embajada de la República Federal Alemana. Una vez en su interior, el niño les expresó a sus padres muy seria y categóricamente:
“No quiero que me digan mas Raúl ni Raulito. Desde ahora soy Alejandro para siempre” Afirmación que resultaría una suerte de presagio.

La familia se estableció en Frankfurt -Am- Main. Durante tres años, Alejandro se entregó con pasión a las tareas de la solidaridad internacional y formó el conjunto Víctor Jara, entre otras múltiples actividades. Allí confirmó las condiciones de líder que ya había puesto en evidencia durante su infancia. Tita nos recuerda que la profesora de música Luz Albert del colegio La Girouette, donde Raúl cursó la educación básica se refirió a él en esta forma:

“Hay niños a los cuales se les puede presentar cualquier materia: dóciles, receptivos. Raúl, en cambio, hacía que uno preparara la clase a nivel de Raúl Pellegrin. Era súper activo. Era listo para cuestionar o proponer variaciones con un alto poder de encantamiento, súper inteligente era Raúl”

A su vez, Chela, su profesora de castellano sostiene lo siguiente:
“Para los profesores es difícil recordar a todos sus alumnos, especialmente cuando el trabajo ha sido por más de treinta años. Desde el comienzo me impresionó Raúl Pellegrin. Era pequeño, pero sobresalía en todas las actividades que realizábamos. Improvisábamos los experimentos y nos divertíamos. Recuerdo que el curso estaba constituido por alumnos muy diferentes, lo que me hacía difícil a veces, atender a niños como Raúl, más inteligentes e interesados.”

Su compañero de educación secundaria en la Alianza Francesa, Benjamín Galemiri lo recuerda así:
“Nunca pasé mejores y más vibrantes momentos que junto a Raúl, por su desarmante sentido del humor, el humor de las palabras con las que jugábamos todo el día. De alguna manera formábamos una especie de dupla humorística tipo hermanos Marx, ya que, a nuestra manera hacíamos la revolución de las palabras, que es la que yo seguí en mi vida. Raúl tenía libertad de reírse de medio mundo porque era un genio. Todo se le estaba permitido gracias a su fascinante luz interna. Era un huracán en matemáticas, en física, en química, en todas aquellas materias mas duras”

Las posibilidades de trabajo y de estudio en la República Federal Alemana no fueron fáciles para la familia, y a fines de 1976 optaron por trasladarse a Cuba, país donde los esperaban de brazos abiertos ya que Raúl y Tita habían respondido al llamado de la revolución en 1960, cuando la emigración masiva de profesionales, obligó a recurrir a la solidaridad internacional para cubrir los programas del nuevo régimen. Cuatro años habían permanecido entonces en la Isla, y su retorno doce años más tarde resultó como volver a casa.

Al arribar a Cuba, el joven Pellegrin, con solo 18 años a cuesta, no vaciló respecto a su futuro. Con la complacencia del padre y la ignorancia de su madre, se incorporó de inmediato a la formación militar, junto a otros chilenos llegados a la Isla en calidad de exiliados políticos.

Estudió allí hasta 1979 en la Escuela Inter armas General Antonio Maceo, con la misma tenacidad con que asumió todas las responsabilidades en su corta vida. Un compañero de carrera, Rafael Muñoz lo retrata así:

“Su inteligencia y modestia en imponerse por lógica le daba gran autoridad. Siempre estaba pensando más allá del momento que vivía. Tenía el respeto ganado por la autoridad que imponía con argumentaciones. Se tomaba el tiempo que fuera necesario para transmitir sus ideas. Era el único que tenía la capacidad de líder y jefe por sobre los demás. Para él no era preocupación el poder. Mas que un jefe, era un líder.”

A mediados de 1979, Fidel Castro reunió al contingente de militares chilenos preparados en Cuba y les planteó la necesidad de apoyar al Frente Sandinista en los combates decisivos que tenían lugar en Nicaragua. El joven Pellegrin se incorporó al frente de batalla con el nombre de Benjamín, y vivió en plenitud la felicidad del triunfo, contribuyendo a organizar el nuevo ejército de una revolución victoriosa, como lo afirma Miguel, uno de sus compañeros de lucha.

Raúl Alejandro retorna a Cuba ya experimentado en combates y es en 1980 cuando la situación que se vive en Chile define su próximo destino.
La dictadura chilena se afianza después de haber destruido la democracia, y busca institucionalizarse convocando en 1980 a un plebiscito destinado a aprobar una nueva constitución, referéndum que tendrá lugar sin registros electorales y sin mesas receptoras de sufragios sometidas al control popular.
El resultado es previsible, y el 11 de Septiembre de ese año, Pinochet anuncia la aprobación mayoritaria de una constitución que le asegura al menos otros 10 años de mandato.

Resultaba evidente que para poner fin a la dictadura no bastaban las formas tradicionales de lucha. En una histórica reunión efectuada dos meses más tarde en Estocolmo, Luis Corvalán invoca el derecho del pueblo chileno a la rebelión. Declara lo siguiente: “El pueblo sabrá descubrir en la lucha las formas específicas de expresión de su proceso democrático y revolucionario dando paso, seguramente, a los mas variados métodos que ayuden a desarrollar el movimiento de masas, aislar a la tiranía, aunar fuerzas, abrir perspectivas de victoria. Es el fascismo el que crea una situación frente a la cual el pueblo no tendrá otro camino que recurrir a todos los medios a su alcance, a todas las formas de combate que lo ayuden, incluso a la violencia aguda, para defender su derecho al pan, a la libertad y a la vida” ( )



Estuve presente en el encuentro de Estocolmo y confieso que todos los presentes
quedamos conmovidos, respaldando el mensaje con una ovación inolvidable.
El planteamiento formulado por Corvalán contó con el respaldo unánime de la izquierda. Clodomiro Almeyda, Secretario General del Parido Socialista afirmó poco después en Madrid que “se abandonan las ideas aperturistas, y se da paso a la lucha insurreccional”.( )

Por su parte, el Presidente del Partido Radical, Anselmo Sule, declaró en México que “ya hay consenso en que el derecho a la rebelión es un derecho que se ha ganado el pueblo, y que la lucha armada, como parte de una lucha total, es también una forma de rebelión, aunque no la única.” ( )

También el Mapu, el Mapu Obrero Campesino y la Izquierda Cristiana manifestaron su respaldo a esta política.
Este es el verdadero origen del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, que nace bajo iniciativa del PC chileno, como brazo armado de la resistencia contra la dictadura.

Raúl Alejandro ingresa clandestino a Chile a mediados de 1983, encabezando un contingente de combatientes del Frente. Ahora su apodo es Rodrigo, y mas tarde será José Miguel.

En el país se han iniciado las protestas poniendo en jaque la capacidad represiva de Pinochet, que hasta entonces parecía invencible. La presencia del Frente intensifica el nivel de las protestas, surgen las barricadas, las fogatas, los apagones que la población aplaude alborozada.



Hacia fines de 1985 tambalea el dictador. En la protesta de Octubre de ese año, el propio Pinochet aborda un helicóptero para constatar por sus propios ojos la magnitud del alzamiento popular. El Mercurio titula al día siguiente: “Santiago aislado por un cinturón de fuego”. Las protestas cubren ya todo el contorno de la capital. De Arica a Magallanes resuenan las cacerolas.

En 1986, considerado por nosotros el año decisivo, dos acontecimientos marcarán el rumbo de las acciones. El atentado a Pinochet que pone al descubierto la capacidad operativa del Frente, y el descubrimiento de los arsenales introducidos clandestinamente en Carrizal Bajo.

Previendo un desenlace incontrolable, y alarmado por la magnitud alcanzada por las protestas en Chile, el Departamento de Estado de los Estados Unidos presiona al dictador para llegar a un acuerdo que garantice la estabilidad del modelo vigente, al mejor estilo gato pardo, y cambia a su embajador para facilitar la imposición de una nueva estrategia. Además, el cardenal Fresno se suma a estos planes y propicia el llamado Acuerdo Nacional.

Con el transcurso del tiempo, tienen éxito las tentativas por dividir a la izquierda, y un sector importante se suma al Acuerdo Nacional que establece
-de hecho- el reconocimiento de la constitución pinochetista, aceptando la concurrencia al plebiscito convocado para 1988.

Ya sabemos la historia. El 5 de Octubre de ese año triunfa el No y a pesar de la obstinación del tirano por desconocer el veredicto de las urnas, las presiones internas e internacionales lo obligan a aceptarlo, pactando los términos de la transición que todos conocemos.

El curso de los acontecimientos ha erosionado las relaciones del Partido Comunista y del Frente, que nunca fueron de comprensión total, y en 1987 se produce la ruptura separándose del Partido un sector importante del rodriguismo encabezado por Raúl Alejandro.
Por uno y otro lado se cometieron errores y en definitiva, las masas buscaron espontáneamente un camino unitario, no insurreccional.
El Partido convoca a sus militantes a inscribirse en los Registros Electorales, a fin de asegurar el triunfo de la opción No en el plebiscito.

El libro de Tita nos cuenta que su hijo Raúl, junto con la colaboración de un reducido número de cuadros, fue consolidando un pensamiento propio que él mismo definiría como “El rodriguismo es la aplicación del Marxismo Leninismo a las realidades de Chile” Así nacieron dos documentos: el “Rediseño político Interno” y “Estrategia de la Guerra Patriótica Nacional”.



Según otro de sus compañeros -el Chino Rojas-, Raúl Pellegrin, “sabía que por el camino que se estaban dando los acontecimientos en 1988 se iban a perpetuar en nuestro país la dictadura y principalmente su sistema.
Ël quiso atravesarse en ese camino y no se equivocó en lo medular: el diseño de un país nacido en dictadura con matices y remiendos..”

Es conforme a la estrategia de la Guerra Nacional Patriótica que el Frente lanza a fines de Octubre de 1988 -días después del plebiscito- el ataque al cuartel policial de Los Queñes, concebido como una operación de propaganda armada, que concluye con la muerte de Raúl Pellegrin y de su compañera Cecilia Magni.
El resultado de la acción en Los Queñes, y la caída del Número Uno de la organización, terminaron por abortar casi desde su nacimiento, la estrategia de enfrentar a la dictadura en todos los terrenos.



Permítanme acá expresar una disgresión personal al margen del texto que estamos comentando.
Han transcurrido veinte años desde que ocurrieron estos sucesos y aun está pendiente un análisis serio y reflexivo de las causas que motivaron la ruptura del frente con la organización política que impulsó su creación.
Es indiscutible que las cosas se manejaron mal ya que el Partido apareció abandonando a su propia suerte a un destacamento admirable. A jóvenes que se jugaron la vida para contribuir a que todos nosotros podamos hoy disfrutar de nuestros derechos más esenciales.

El deber de todo revolucionario es procesar constantemente el estado de las relaciones sociales, analizando las condiciones objetivas y subjetivas existentes, a fin de definir la estrategia adecuada para cada etapa.
Yo mismo admito, que ya desde comienzos de 1986 comenzaba a constatar una merma sustantiva de las movilizaciones sociales. Con ocasión del paro nacional convocado para el 2 y 3 de Julio de ese año, el doctor Mario Vidal y yo fuimos encargados de dar el vamos a las protestas programadas en el centro de la capital, y nos encontramos que en el lugar donde antes éramos capaces de reunir varios miles de manifestantes, ahora habíamos congregado apenas unos 200 compañeros.
Algo había cambiado. Ya sea por habilidad de nuestros adversarios o por consecuencia de nuestras propias insuficiencias, lo cierto es que se había modificado la correlación de fuerzas.

Además, la coyuntura internacional estaba lejos de jugar en nuestro favor. Caía el muro de Berlín, uno tras otros desaparecían sin pena ni gloria los países socialistas de Europa, algo mas tarde zozobraba la revolución sandinista, y el neoliberalismo emergía avasallador en todo el orbe.

A estas alturas es fácil ser general después de la batalla: Ignoro los detalles del conflicto PC-Frente, pero percibo que no hubo los esfuerzos suficientes por parte de la Dirección del Partido para retener a todo el rodriguismo, y por otra parte, creo que el Frente se negó a entender los cambios operados en el movimiento de masas, empecinándose en continuar con su línea, no obstante la nueva situación.

El libro concluye con un relato pormenorizado de la doctora Carla Pellegrin, hermana de Raúl, que investigó pacientemente la verdad de lo ocurrido en Los Queñes. Carla pudo acceder al proceso judicial de este caso: 5 kilos de papeles desordenados que clasificó y seleccionó cuidadosamente. Entrevistó a sobrevivientes y recorrió paso a paso la zona del enfrentamiento, logrando reconstruir la última semana de vida de su hermano, y contribuyendo así al esclarecimiento de la verdad.



El empecinamiento de Carla y de Rafael Walker, ex marido de Cecilia Magni, impidieron que se cerrara la investigación judicial que había sido sobreseída once veces en el curso de 18 años, hasta que finalmente, hace apenas un año, un juez acucioso informó oficialmente, que estaban confesos y encarcelados los torturadores y asesinos de Raúl Pellegrin y Cecilia Magni, el Teniente Coronel de Carabineros Julio Verne Acosta, y el paco Mauricio Bezmalinovic.

Días atrás, con motivo de cumplirse 20 años del Plebiscito del NO, la Concertación recordó este acontecimiento con un magro acto efectuado en el Court Central del Estadio Nacional. Los medios de comunicación prestaron gran cobertura a esta celebración, lo que nos permitió enterarnos de nuevos antecedentes respecto a las tentativas de Pinochet por perpetuarse en el poder.
Varios dirigentes de la Concertación volvieron a ufanarse de haber derrotado a la dictadura sólo con un lápiz.
Esta afirmación es un insulto a la memoria histórica.



Jamás el tirano habría admitido ni siquiera llegar al plebiscito, a no mediar la magnitud que alcanzaron las protestas contra su régimen, en las cuales el Frente Patriótico Manuel Rodríguez desempeñó un rol fundamental. El plebiscito fue solo el corolario de un proceso social incontenible, al que se echó mano como tabla de salvación a fin de impedir un auténtico cambio social.

Los hechos objetivos demuestran que las aprensiones de Raúl Pellegrin tenían fundamento. El tirano retuvo durante varios años el puesto de comandante en jefe del ejército, y mas tarde ejerció como senador vitalicio, Su modelo económico sigue en pié al igual que la Constitución y el espurio sistema electoral binominal, y no ha sido derogada la Ley de Amnistía.

Es verdad que hemos avanzado en el esclarecimiento de muchos crímenes y algunos asesinos han sido privados de libertad.
Todo esto dentro de un cuadro político lleno de ambigüedades, de lo cual es un buen ejemplo el memorial dedicado a Jaime Guzmán, que está a punto de ser inaugurado. Es un homenaje al principal ideólogo de la dictadura, y autor de la constitución que ha sofocado nuestra democracia. Ignoramos si será cierto o no, pero se anuncia la posible presencia de nuestra Presidenta en el acto inaugural.

Destaquemos sin embargo, que los momios no la han sacado barata en este asunto, ya que el movimiento ciudadano impidió que dicho monumento se instalara en Plaza Baquedano debiendo levantarse bajo las polleras de la Embajada de los Estados Unidos, ya que está situado en la Costanera frente a esa sede diplomática. Podría decirse con toda propiedad que el diablo los junta.

Raúl Alejandro Pellegrin Friedmann tendrá algún día el sitial que se merece en la historia de Chile, junto a los héroes que venera nuestra patria. Al igual que Espartaco alzando a los esclavos contra el Imperio Romano; al igual que el guerrillero Manuel Rodríguez desafiando al ejército español, al igual que Salvador Allende defendiendo con su vida la democracia, al igual que Marta Ugarte, que Víctor Díaz, que Jorge Muñoz, al igual que Orlando Letelier, Carlos Prats, Miguel Enríquez y tantos otros compañeros que la historia sabrá honrar.

Gracias Tita por haber oxigenado la enrarecida atmósfera política con este texto honesto, conmovedor, a ratos dramático, pero necesario para la recuperación de la memoria histórica en nuestro país.


Santiago, 21 de Octubre de 2008.

jueves, 6 de noviembre de 2008

CORVALAN ES RECONOCIDO POR EL SENAMA COMO UN TATA EJEMPLAR

Luis Corvalán no es una persona que ande buscando recibir honores, y menos como chileno ejemplar, que sí lo es porque no hay dudas que se ha convertido a sus 92, en uno de los tatas más queridos del país y eso queda en evidencia cada vez que va solo caminando al supermercado, va a la feria, o al mercado de las pulgas y la gente se acerca para saludarlo, felicitarlo, decirle algunas palabras, o le tocan la bocina desde vehículos en marcha muchas personas, felicitándolo y esa si que es la Gran Medalla del Reconocimiento Popular que día a día recibe el tata Lucho.



Medalla de Reconocimiento “Grande entre Grandes”:
MAYORES DESTACADOS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN RECIBIERON PREMIO DE SENAMA

Luis Corvalán, Gabriel Valdés, Margot Loyola, Mariano Ruiz Esquide, Mireya Baltra, Julio Videla, Valentín Trujillo, Humberto Maturana y la película “El Regalo”, entre otros, fueron reconocidos por su destacada labor profesional y por constituir un ejemplo de envejecimiento activo.



El Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), entregó por tercer año consecutivo la “Medalla de Reconocimiento a los Grandes entre Grandes” que busca premiar la trayectoria, aporte y participación de destacadas personas mayores en distintos ámbitos del quehacer nacional, así como el trabajo realizado por distintos medios de comunicación que han contribuido a visibilizar la temática de la vejez y el envejecimiento en nuestro país.

La ceremonia fue encabezada por el ministro Secretario General de la Presidencia, José Antonio Viera Gallo; el subsecretario del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, Edgardo Riveros y la directora Nacional de SENAMA, Paula Forttes.

“Hoy es un día especial, porque hemos decidido que durante todo octubre celebremos o reconozcamos las distintas acciones que han realizado las personas mayores y de la misma manera profundicemos en tareas, programas y objetivos conjuntos para que Chile se vaya transformando en un país más digno para envejecer”, señaló la directora de SENAMA.

Agregó que este es un reconocimiento que simboliza el aporte y la importancia que representan las personas mayores en nuestra sociedad.

Durante la ceremonia el maestro Valentín Trujillo, quien recibió el reconocimiento a la trayectoria, deleitó a los asistentes con la interpretación de algunas piezas musicales.

La premiación contó con la presencia de cerca de 200 mayores de la Región Metropolitana, principalmente dirigentes.

La lista de los premiados es la siguiente:

• Trayectoria en el Mundo de las Artes: Margot Loyola.
• Trayectoria Nacional e Internacional: Gabriel Valdés.
• Trayectoria Política: Mariano Ruiz Esquide, Luis Corvalán y Héctor Olivares.
• Labor Comunicacional: Julio Videla.
• Trayectoria Deportiva: Claudio Lucero.
• Investigación y Docencia: Humberto Maturana y Malvina Ponce de León.
• Defensa de Derechos: Conadecus A.C.
• Reconocimiento a la Trayectoria: Valentín Trujillo.
• Aporte Cultural al Tema del Buen Envejecer: Película “El Regalo” (recibieron el reconocimiento Andrea Ugalde, Cristián Galaz, Delfina Guzmán, Gloria Münchmeyer, Jaime Vadell y Julio Jung).
• Innovación Municipal: Ilustre Municipalidad de Peñalolén (recibió el premio su alcalde Claudia Orrego).
• Aporte de medios de comunicación: TVN, Diario La Cuarta y el programa Aló Agricultura de Radio Agricultura (recibió el premio su conductora Eli de Caso).
• Programa de TV que Inserta la Temática: “Viejo Zorro” de Chilevisión.
• Visión Empresarial en el Tema: Mall Plaza.
• Trayectoria de la Mujer Mayor: Eliana Caraball y Mireya Baltra.
• Participación Social: Inés Denegri.

martes, 4 de noviembre de 2008

ALGUNOS DE LOS SECRETOS DE RICARDO CLARO


JOSE DEVIA DEVIA

Ha muerto Ricardo Claro
escrito por Rafael Kries

jueves, 30 de octubre de 2008

Esta nota va en especial para quienes fuimos amigos del rucio Fernández y el Pelao Alcayaga: El 17 de septiembre de 1973 la Empresa Elecmetal, después de estar dos años en manos de sus trabajadores retornó a control del grupo Ross y Claro con la nominación de un directorio de empresa compuesto por Ricardo Claro Valdés, Fernán Gazmuri Plaza, Danilo Garafulic, Gustavo Ross Ossa, Raúl Briones y el delegado Oficial de los Golpistas Patricio Altamirano.

Durante el último año de la UP la empresa había aumentado casi en un 50% la producción destinada especialmente a la Gran Minería y había resuelto todos los problemas de programación y abastecimiento. Había sido un esfuerzo admirable y en las más difíciles condiciones, pero se había logrado, como expresión de solidaridad de clase y de esperanzas con un Gobierno que se sentía como propio.

Los trabajadores de Elecmetal así mismo habían participado decisivamente en la creación de una feria de abastecimiento popular con apoyo de DINAC, y sus dirigentes lideraban la movilización de obreros y empleados en las industrias de esa zona de Santiago.

El grupo empresarial dirigido por el Delegado Oficial de los Golpistas como su primera medida al ingresar a la fábrica, ese 17 de Septiembre, separó del colectivo que se agrupaba en una fila a seis de los trabajadores presentes en el recinto, algunos dirigentes de la empresa y otros del cordón Vicuña Mackenna, y después de retener Fernández en la oficina de Gerencia para evitar su diálogo con los restantes miembros del sindicato de modo de impedirles toda evaluación de la situación, los entregó a un piquete llamado al efecto, compuesto por efectivos del Ejército y Carabineros. En esas llamadas, que daban instrucciones según testimonio de sobrevivientes, jugaba un papel central Ricardo Claro.

Los trabajadores retenidos eran José Devia Devia, Jose Maldonado. Augusto Alcayaga, Miguel y Juan Fernandez Cuevas y Guillermo Flores. Recordamos particularmente a Juan Fernández, dirigente del cordón Vicuña Mackenna y militante socialista, quien había tenido un hijo esa misma semana; a Augusto Alcayaga, dirigente del partido Radical e imbuido en las ideas de respeto a la ley por parte de las Fuerzas Armadas y su lealtad a la Constitución y a la democracia, quien elocuentemente proclamaba esa visión; y a otros tres dirigentes del sindicato, jóvenes de corazón y alma.

Todos ellos fueron asesinados brutalmente en los minutos siguientes y repartidos posteriormente en diversas calles de Santiago. Sus cuerpos presentaban feroces golpes y múltiples impactos de bala.

La entrega de estas personas al personal que iba a ejecutar "la tarea sucia" fue realizada directamente por el directorio de la empresa. Es más el golpista Patricio Altamirano personalmente retiene en su oficina a Juan Fernández Cuevas y lo entrega a sus ejecutores. Los demás dirigentes son detenidos al interior de Elecmetal, al no escapar por sus muros, y son sacados en un vehículo de carabineros y otro dispuesto por la misma empresa.

Son horas de recuerdo, ahora que Ricardo Claro muere en la paz de su soledad espiritual y humana.

Rafael Kries
http://www.elclarin.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=13716&Itemid=48


Juan Dagoberto FERNANDEZ CUEVAS

Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos:

"Ricardo Claro murió sin ser juzgado"


El Mostrador

'Al 11 de septiembre de 1973 era dueño de la Compañía Sudamericana de Vapores, rol en el cual facilitó sus barcos para allí fueran torturados y hechos desaparecer muchos chilenos, lo que también está probado en tribunales', sostuvo la presidente de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos.

La Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP), señaló hoy que lamenta profundamente que el empresario Ricardo Claro Valdés haya fallecido 'sin haber sido jamás sometido a proceso por su complicidad en crímenes de lesa humanidad en contra de sus propios trabajadores, así como en la tortura y muerte de chilenos que fueron prisioneros en los barcos de la Compañía Sudamericana de Vapores'.

La organización recordó que el empresario Ricardo Claro Valdés formó parte del directorio de Electmetal, 'empresa que retuvo ilegalmente y luego entregó un grupo de trabajadores a una patrulla militar que posteriormente los asesinaría y desperdigaría sus cuerpos por distintos lugares de la capital, presumiblemente para producir un efecto aleccionador', precisó la presidenta de la entidad Marta Godoy.

'Al 11 de septiembre de 1973 era dueño de la Compañía Sudamericana de Vapores, rol en el cual facilitó sus barcos para allí fueran torturados y hechos desaparecer muchos chilenos, lo que también está probado en tribunales'.

La organización de Derechos Humanos entregó antecedentes judiciales que señalan que el 17 de septiembre de 1973 la Empresa Elecmetal, que después de estar en manos de los trabajadores había sido devuelta a sus antiguos dueños con la nominación de Patricio Altamirano como delegado directo de la Junta Militar, entregó a seis de sus trabajadores, algunos dirigentes de la empresa y otros del cordón Vicuña Mackenna a un piquete compuesto por efectivos del Ejército y Carabineros.

Según relata Mario Fernández, ex trabajador de esa compañía propiedad de Ricardo Claro y hermano de dos de las víctimas, él mismo presenció como sus hermanos Miguel y Juan y varios miembros del sindicato fueron citados a la oficina de la gerencia por el interventor militar Patricio Altamirano, el gerente Gustavo Ross y el director, Fernán Gazmuri. Los trabajadores salieron de allí esposados y en poder de Carabineros. No se les volvió a ver con vida.

'Meses antes que viniera el golpe, el gerente Gustavo Ross, citó a mi hermano Juan para conversar. Le dijo que si no dejaba libre a la empresa, sufrirían las consecuencias', relata Mario Fernández. Para él está claro que Elecmetal lo entregó para que fuera asesinado y sostiene que aunque la empresa estaba intervenida por los militares, era Ricardo Claro el que daba las órdenes ahí, vía telefónica. 'Él nunca perdió el poder. Y todos sabían lo que iba a pasar. Sabían en qué condiciones estaban matando a los trabajadores', reclama.

Los trabajadores José Devia Devia, José Maldonado, Augusto Alcayaga, Miguel y Juan Fernández Cuevas y Guillermo Flores, fueron asesinados y repartidos en diversas calles de Santiago, asegura la entidad, la cual asegura que sus cuerpos con señales brutales torturas, quemaduras con soplete y múltiples impactos de bala, fueron ubicados sólo por casualidad en el Instituto Médico Legal poco antes de ser enterrados como N.N.

Según los antecedentes recopilados por la AFEP, la decisión de entregarlos habría sido tomada en una reunión del directorio de la empresa compuesta por Ricardo Claro Valdés, Fernán Gazmuri Plaza, Danilo Garafulic, Gustavo Ross Ossa, Raúl Briones y el delegado de la Junta Milita, Patricio Altamirano, quien personalmente habría retenido en su oficina a Juan Fernández Cuevas y entregado a sus ejecutores. Los demás dirigentes fueron detenidos al interior de Elecmetal y sacados en un vehículo de Carabineros y otro dispuesto por la misma empresa.

'Por otra parte, desde el mismo 11 de septiembre la compañía Sudamericana de Vapores, puso a disposición de la Armada dos de sus barcos. Uno de ellos, el Maipo, trasladó a 380 detenidos desde Valparaíso hasta Pisagua, lugar en el que varios de ellos fueron asesinados', precisa la agrupación.

'El otro barco facilitado fue el Lebu, que cumplió el rol de cárcel flotante. Más de dos mil personas pasaron por sus bodegas y camarotes, siendo torturados y algunos asesinados', detalla.



FERNANDEZ CUEVAS Miguel Alberto

(Informe Rettig).
El 17 de Septiembre de 1973, la empresa ELECMETAL había reiniciado sus actividades después de los sucesos acaecidos el 11 del mismo mes. Ese mismo día los trabajadores reiniciaron sus labores, ello de acuerdo a la solicitud hecha por las nuevas autoridades.

Alrededor de las 10:00 horas del día anteriormente indicado, se hizo presente en la empresa un contingente de carabineros y militares, quienes en forma selectiva procedieron a detener a algunos de los trabajadores. Las detenciones decían relación con los cargos que a la fecha ocupaban en el sindicato de la empresa y en el llamado Cordón Industrial Vicuña Mackenna, sector geográfico en el que se ubicaba la empresa.

La detención se produjo en presencia de los ejecutivos, dueños de la empresa y de los demás trabajadores, entre los cuales se encontraba un hermano de dos de las víctimas.

Las personas detenidas en este operativo, de acuerdo a los testimonios y otros antecedentes aportados a esta Comisión son:

- Augusto Andino ALCAYAGA ALDUNATE, de 42 años, quien se desempeñaba como contador general de la empresa y era a su vez el Presidente del sindicato. Militaba en el Partido Radical.

- José Rosa DEVIA DEVIA, de 27 años, soldador, dirigente sindical de la empresa.

- Juan Dagoberto FERNANDEZ CUEVAS, de 24 años, obrero, Secretario del sindicato y del Cordón Industrial Vicuña Mackena. Militaba en el Partido Socialista.

- Miguel Alberto FERNANDEZ CUEVAS, de 22 años, obrero, Coordinador del sindicato, militante del Partido Socialista.

- José MALDONADO FUENTES, 33 años, soldador.

De acuerdo a testimonios y otros antecedentes recibidos por esta Comisión, las cinco personas fueron detenidas al interior de la empresa ELECMETAL, por un contigente integrado por carabineros y militares. Fueron conducidos dos vehículos distintos, uno de los cuales pertenecía a ELECMETAL. Se desconoce el recinto al que son conducidos y donde fueron ejecutados

Sus cuerpos fueron encontrados en la vía pública y remitidos al Instituto Médico Legal por carabineros del Retén Macul. La fecha de sus muertes corresponde al día 17 de septiembre entre las 10:50 horas y las 06:30 horas del día 18 de septiembre, siendo la causa de la muerte en todos los casos, múltiples heridas a bala.

Considerando las circunstancias de su detención; la causa de su muerte y que los cuerpos fueron remitidos al Instituto Médico legal por carabineros, esta Comisión se formado la convicción que Augusto Andino Alcayaga Aldunate, José Rosa Devia Devia, Juan Dagoberto Fernández Cuevas, Miguel Alberto Fernández Cuevas y José Maldonado Fuentes, fueron ejecutados por agentes del Estado, constituyéndose una violación a sus derechos fundamentales al margen de todo proceso y justificación

(Informe Rettig).

domingo, 2 de noviembre de 2008

QUIENES SON REALMENTE AGUSTIN EDWARDS Y EL MERCURIO

AGENTES QUE DERROCARON A ALLENDE
Y RESPALDARON LA TIRANÍA DE PINOCHET



Mario Urzúa, ex presidente de FEUT Concepción nos informa que del 3 al 9 de noviembre se realiza el 12 Festival Internacional de Documentales en el Cine Arte Alameda, Dirección: Av. Libertador Bernardo O`Higgins 139, Metro Baquedano.
Teléfono: 664 8821 y en lA Cineteca Nacional Plaza de la Ciudadanía 26 (Metro Moneda), Teléfono: 355 6500 / 355 6554
y en sala cine UC y en Lastarria 90
Ver todos los detalles ver en

http://fidocs.uniacc.cl/index.php?option=com_frontpage&Itemid=70

y ahí se anuncia que exhibirá el famoso film

EL DIARIO DE AGUSTÍN (Dir: Ignacio AGÜERO / INAU):
¿Quién es realmente Agustín Edwards? ¿Y cómo El Mercurio se transformó -a partir de un provocador cartel colgado en el frontis de una universidad- en un agente político que estuvo detrás del derrocamiento del gobierno de Salvador Allende y posteriormente, del ascenso de la dictadura militar de Augusto Pinochet? Ignacio Agüero se hace la pregunta y sigue a un grupo de estudiantes e investigadores de la Universidad de Chile para desentrañar el misterio. [ALAMEDA, Sab 8, 21h / CINETECA, Dom 9, 16h]
Esta cinta y otras muy interesantes podrán verlas a partir de mañana lunes

Por su parte, Ana María Miranda nos informa que vio la película en Buenos Aires, donde vive:

VI RECIEN EN TV 7 ARGENTINO UN DOC. CHILENO SOBRE AGUSTIN EDWARS Y LA INFLUENCIA DEL MERCURIO EN CONTRA DE LA DEMOCRACIA.
EL ROL DE LA PRENSA EN DEMOCRACIA Y DICTADURA
Metales pesados

Una imperdible película chilena sobre el rol de la gran prensa en las tragedias políticas del continente, en democracia y dictadura, se proyecta hoy y mañana en el festival de cine Doc. Bs. As. 2008.

Es la historia de El Mercurio o, como lo llama el film, El diario de Agustín, arquetipo de un tipo de periodismo que se resiste a desaparecer y que tiene exponentes en todos los países de la región.


Por Horacio Verbitsky

Hoy a las cinco de la tarde y mañana a las siete y media, en la sala Lugones del Teatro San Martín se proyectará una película única en el panorama del cine americano, sobre el rol de la gran prensa en las tragedias políticas del continente. Su visión es de especial interés en este momento, cuando diversos gobiernos de Sudamérica que impugnan el modelo neoliberal del Consenso de Washington colisionan con medios que no conciben un cambio de ese paradigma, de los negocios y de las alianzas sociales asociados, como se vio en la Argentina durante la agresión agromediática a partir de marzo de este año.

El film se llama El diario de Agustín y sigue la trayectoria en los últimos cuarenta años de la empresa editora de tres diarios nacionales y veinte regionales de Chile, cuya nave insignia es El Mercurio, desde los tiempos de las reformas agraria y universitaria durante el gobierno de Eduardo Frei I hasta el actual mandato de la Concertación con la presidente Michelle Bachelet. Sus autores son el escritor Fernando Villagrán, quien fue subdirector de la ya mítica revista APSI durante la dictadura de Augusto Pinochet, y el documentalista Ignacio Agüero, quienes contaron con la colaboración de tres profesores de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile y de seis alumnos recién graduados que con esta investigación realizaron sus tesis de graduación, que serán publicadas en un libro el año próximo. En la Argentina no hay una empresa o un medio comparables a El Mercurio. Para tener una idea aproximada de su significación en la sociedad chilena habría que unir el tradicionalismo reaccionario orientado por los grandes intereses económicos y los contactos internacionales de La Nación, con la tirada y la penetración nacional de Clarín y con la conducta canalla de la editorial Atlántida, que participó en forma activa en los operativos de desinformación y propaganda negra de la dictadura militar. Esa resultante actúa en un medio en el que no hay la diversidad de oferta periodística y cultural de nuestro país ni publicaciones independientes como este diario. Las hubo en abundancia antes del golpe y en los últimos años de la dictadura pero no subsistieron a su finalización, por la ostensible falta de apoyo de los gobiernos y los partidos populares, que prefirieron negociar un avenimiento con El diario de Agustín, el árbitro que define qué y quién existe en Chile. La dinastía que posee la empresa desde 1849 va por el quinto Agustín Edwards, que hizo lo imposible por silenciar la película. Litigó incluso por su título, pero los tribunales no le dieron la razón. Esta vez el productor se le anticipó en el registro de la marca, a diferencia de lo ocurrido hace unos años con un libro sobre la familia, cuyo título, El Mercurio miente había sido registrado por Agustín Edwards V.

El Mercurio miente

Así decía el cartel que los estudiantes de la Universidad Católica colocaron en su entrada durante la larga toma de 1967, en demanda de la renuncia del rector. Es también el primero de los siete capítulos de este documental cuya difusión debería interesar a la televisión pública argentina. El diario de Agustín dijo que el movimiento era "de inspiración comunista" y que formaba parte de las "guerrillas universitarias", aunque su orientador era el cardenal primado Raúl Silva Henríquez, un obispo más parecido a Jaime De Nevares que a Jorge Bergoglio. Los tesistas trataron de obtener la opinión de Edwards, que respondió que no concede entrevistas. Probaron entonces con Juan Pablo Illanes, el actual director. Recibió a las chicas muy cordial y besuqueiro. Alcanzaron a colocar las luces y las cámaras pero cuando escuchó la palabra documental se secó la transpiración y se rehusó a la entrevista. Quien habló largo fue el ex subdirector Arturo Fontaine, que reconoció que los ocupantes del '67 "no eran comunistas, pero nosotros no entendíamos la diferencia entre un comunista y un socialista". En 1970, cuando Salvador Allende fue elegido presidente, Edwards huyó a Estados Unidos y por medio de hombres de negocios amigos consiguió reunirse con Henry Kissinger y con el jefe de la CIA, Richard Helms, con quienes debatieron cómo evitar que Allende asumiera, contemplando para ello un golpe militar. Kissinger lo consultó con el presidente Richard Nixon y El Mercurio recibió financiamiento clandestino de ese gobierno por, al menos, dos millones de dólares, según los documentos desclasificados en los últimos años. Incómodo ante una pregunta sobre esos fondos, el ex subdirector Fontaine dice que "de haberlo sabido..." pero no completa la frase. Explica que le parece pésimo y que él tiene rectitud. Pero de inmediato sostiene que peor hubiera sido el acobardamiento porque la llegada de Allende fue un peligro para la democracia. Cuenta una anécdota personal que el realizador ilustra con imágenes elocuentes:

–Vimos la llegada de los sindicatos en masa, así que nosotros desaparecemos...

Fontaine admite que "el diario fue muy severo con Allende, que fue muy democrático, hay que reconocerle. Había una columnilla que yo escribía, muy agresiva con él (se ríe), pero respetaba la libertad de prensa, por lo que pudimos hacer toda la campaña". Cuando los estudiantes le preguntan por la desaparición de los medios clausurados por la dictadura, El Siglo, Clarín, Puro Chile o Ultima Hora, Fontaine responde que la suspensión de la actividad de los competidores no fue una mala noticia. Las tapas de los diarios de Agustín proclamaban "Destruiremos todo intento de marxismo", "O nos destruían a nosotros o los destruíamos". La tapa del diario al día siguiente del golpe parece el poster de un sheriff, con los nombres y las fotos de las personas buscadas por la Junta Militar.

Exterminados como ratones

Los medios de El Mercurio participaron en la Operación Colombo. Así se llamó al asesinato de 119 detenidos-desaparecidos en los 140 recintos secretos de la DINA, realizado con la cooperación de la SIDE argentina en 1975. La primera noticia fue publicada por la revista Lea, de la cual la SIDE editó un solo número. Según el agente de la DINA en Buenos Aires Enrique Arancibia Clavel, quien se encargó de la difusión de un falso enfrentamiento entre grupos guerrilleros fue el periodista argentino Carlos Manuel Acuña. Ese artículo, y otro similar publicado en un diario brasileño también editado con ese solo fin, fueron retransmitidos por la agencia estadounidense United Press Internacional y publicados con gran despliegue por los diarios de El Mercurio. El documental entrevista a familiares de las víctimas que cuentan su desesperación al ver esos titulares. El abogado argentino Alejandro Carrió explica la lógica del operativo: los chilenos fueron asesinados en su país y se usaron cuerpos irreconocibles de desaparecidos argentinos que se hicieron pasar por aquéllos, usando sus documentos de identidad. Los jóvenes periodistas intentaron reconstruir cómo se procesó esa falsa información. Interrogaron al rechoncho asesor político de Pinochet Alvaro Puga (pelo mal teñido, con mechones postreros que se adelantan para tapar la calvicie frontal y grandes anillos en ambas manos):

–Una periodista dice que usted entregó esa información.

–Falso. Fue Federico Willoughby, que era el secretario de prensa (suspira). En la historia de Chile no tienen ninguna importancia 600 u 800 muertos de esta naturaleza. Matar comunistas era una necesidad poco menos que biológica de los militares, para equilibrar el país. Algunos piensan que se les pasó la mano. Yo creo que se quedaron cortos.

Además de desinformar, El Mercurio editorializó: "Los políticos y periodistas extranjeros que tantas veces se preguntaron por la suerte de estos miembros del MIR y culpaban al gobierno de Chile por la desaparición de muchos de ellos, tienen ahora la explicación que rehusaban aceptar".

Para Willoughby "fue un invento de los servicios de Inteligencia y sacaron un diario falso. No podía ser más burdo ni malo". Dice que verificó que esos diarios no existían y se negó a distribuir la información falsa. Pero "la prensa tenía canales propios y la DINA pagaba periodistas". Los chicos tienen buenos reflejos.

–¿Cuáles periodistas?

Willoughby se encoge de hombros. Vaya a saberse, han pasado tantos años.

Una estudiante le pregunta a Fontaine cómo verificaban las fuentes si tenían dudas sobre la información que les entregaban.

–No nos entregaban. Teníamos información propia. Yo soy muy orgulloso y estoy indignado por esta entrevista muy irrespetuosa. No venía preparado para un acoso político, orientado en un sentido muy preciso...

–...a conocer el funcionamiento de la prensa en dictadura.

La joven lo desconcierta con una pregunta trivial: por qué le llaman diario decano a El Mercurio. Fontaine sonríe paternal. Porque es el más antiguo, pues. La sonrisa se le borra con la siguiente pregunta.

–A medida que se fueron conociendo las irregularidades del régimen militar, como las violaciones a los derechos humanos...

No la deja terminar.

–Voy a terminar esta entrevista.

Al pararse se golpea la cabeza con el micrófono y sale airado de su propia oficina.

La bella estrangulada

En septiembre de 1976 todos los diarios de Agustín informan sobre un bestial crimen: la aparición del cuerpo de una "hermosa joven de 23 años", en ropa interior, violada y estrangulada en una playa. La periodista de policiales Beatriz Undurraga es la primera en llegar y durante días alimenta la historia con morbosas hipótesis sobre un crimen pasional. El juez Juan Guzmán Tapia cuenta el caso. Marta Ugarte no tenía 23 sino 42 años, no era especialmente bella ni la estrangularon. Su desaparición había sido denunciada el mes anterior y varios detenidos en el centro clandestino Villa Grimaldi vieron cuando la torturaban. Fue una de las prisioneras arrojadas al mar desde helicópteros o aviones, pero las aguas devolvieron su cuerpo y la DINA montó la historia con ayuda de sus colaboradores periodísticos. Treinta años después, Undurraga intenta disculparse.

–Yo tengo mi moral, soy cristiana. Me pareció más joven porque estaba muy delgada. Y en la ligereza que uno puede tener para escribir...

Mucha ligereza. ¿Desde cuándo la delgadez se asimila a juventud? Pero hasta las fotos del cadáver la desmienten: los brazos de Marta son robustos.

–Después fui a pedirle perdón a esa gente –dice Undurraga.

Esa gente son las hermanas de Marta, que niegan la historia: no hubo ningún pedido de perdón. "Dijo que se notaba que era buena moza, que tenía linda piel. Nos lo decía para que nos quedáramos tranquilitas. Marta estaba desfigurada, con una expresión terrible de dolor y espanto, con los ojos desorbitados como si hubiera visto todo."

El guía de la sociedad

Cuando El Mercurio de Santiago cumplió cien años, una periodista del diario entrevistó al patrón. Raquel Correa le preguntó por que no usó su enorme poder para presionar a favor del estado de derecho que defendía en sus editoriales. Edwards responde que en aquellos años la investigación periodística era imposible y que las acusaciones que circulaban como rumores eran imposibles de confirmar. Lo refuta John Dinges, el corresponsal del Washington Post en aquellos años, que hoy codirige con Mónica González Mujica el Centro de Investigación Periodística, Ciper, donde se practica el mejor periodismo chileno. Autor de Los días del Cóndor, Dinges llevaba una cuenta semanal de las víctimas de la represión, suministrada por la Vicaría de la Solidaridad y otros organismos defensores de los derechos humanos. El abogado de la Vicaría Jaime Esponda explica que la Iglesia Católica había fijado como prioridad salvar a las víctimas, pero que el siguiente objetivo era acumular información para detener la política represiva criminal. Muestra los boletines Solidaridad, con los datos sobre los desaparecidos, que se enviaban a todos los medios, incluido El Mercurio. La secuencia se cierra con la tapa de uno de los diarios de Agustín: "Nueva felonía marxista ante los tribunales. No hay tales desaparecidos". En 1987, la visita de Juan Pablo II terminó en un gran desorden cuando los carabineros comenzaron a repartir agua y bastonazos a opositores al gobierno. El Mercurio identificó en su tapa a "los violentistas del PC" responsables, con una foto tomada en la Universidad y otra en el Parque O'Higgins donde ocurrieron los disturbios. Sólo que no se trataba de la misma persona, por lo cual Edwards enfrentó un juicio por calumnias e injurias, en el que quedó claro que la CNI (que sucedió a la DINA) le había pasado los materiales para la falsa acusación. Hace cuatro meses el Colegio de Periodistas de Chile pidió perdón a los familiares de las víctimas de violaciones a los derechos humanos por la participación de periodistas en los montajes tramados por la dictadura. El Mercurio, guardó, y guarda, silencio.

La película va al centro de los casos, con preciso material documental y testimonios de los protagonistas y sus familiares. Sólo hay un opinator, y lo poco que dice es preciso y útil. Es el sociólogo Manuel Antonio Garretón. "La Universidad y el mundo latifundario eran los últimos reductos que le quedaban a la oligarquía. El Mercurio entendió que estaba en juego la finalización de la sociedad oligárquica. La sociedad iba en otra dirección y El Mercurio adoptó una posición extrema que tuvo consecuencias después, porque lo llevó a ser un diario antidemocrático y golpista. Y cuando promovió y justificó el golpe, no pudo sino defender todas las violaciones a los derechos humanos. Tiene una enorme responsabilidad en esas violaciones y es uno de los actores que no han reconocido esa responsabilidad. El Mercurio no tiene un recambio generacional que le permita renegar de lo que esa generación hizo, en la época de Allende pero también cuando la toma de la Universidad Católica. Tendría que negar toda su historia. Por eso, va a defender siempre las violaciones a los derechos humanos y nunca podrá ser portador de un mensaje libertario y democrático, aunque nos den columnas para opinar y a veces parezca pluralista. Su esencia es la de un Chile autoritario y derechista."