martes, 4 de noviembre de 2008

ALGUNOS DE LOS SECRETOS DE RICARDO CLARO


JOSE DEVIA DEVIA

Ha muerto Ricardo Claro
escrito por Rafael Kries

jueves, 30 de octubre de 2008

Esta nota va en especial para quienes fuimos amigos del rucio Fernández y el Pelao Alcayaga: El 17 de septiembre de 1973 la Empresa Elecmetal, después de estar dos años en manos de sus trabajadores retornó a control del grupo Ross y Claro con la nominación de un directorio de empresa compuesto por Ricardo Claro Valdés, Fernán Gazmuri Plaza, Danilo Garafulic, Gustavo Ross Ossa, Raúl Briones y el delegado Oficial de los Golpistas Patricio Altamirano.

Durante el último año de la UP la empresa había aumentado casi en un 50% la producción destinada especialmente a la Gran Minería y había resuelto todos los problemas de programación y abastecimiento. Había sido un esfuerzo admirable y en las más difíciles condiciones, pero se había logrado, como expresión de solidaridad de clase y de esperanzas con un Gobierno que se sentía como propio.

Los trabajadores de Elecmetal así mismo habían participado decisivamente en la creación de una feria de abastecimiento popular con apoyo de DINAC, y sus dirigentes lideraban la movilización de obreros y empleados en las industrias de esa zona de Santiago.

El grupo empresarial dirigido por el Delegado Oficial de los Golpistas como su primera medida al ingresar a la fábrica, ese 17 de Septiembre, separó del colectivo que se agrupaba en una fila a seis de los trabajadores presentes en el recinto, algunos dirigentes de la empresa y otros del cordón Vicuña Mackenna, y después de retener Fernández en la oficina de Gerencia para evitar su diálogo con los restantes miembros del sindicato de modo de impedirles toda evaluación de la situación, los entregó a un piquete llamado al efecto, compuesto por efectivos del Ejército y Carabineros. En esas llamadas, que daban instrucciones según testimonio de sobrevivientes, jugaba un papel central Ricardo Claro.

Los trabajadores retenidos eran José Devia Devia, Jose Maldonado. Augusto Alcayaga, Miguel y Juan Fernandez Cuevas y Guillermo Flores. Recordamos particularmente a Juan Fernández, dirigente del cordón Vicuña Mackenna y militante socialista, quien había tenido un hijo esa misma semana; a Augusto Alcayaga, dirigente del partido Radical e imbuido en las ideas de respeto a la ley por parte de las Fuerzas Armadas y su lealtad a la Constitución y a la democracia, quien elocuentemente proclamaba esa visión; y a otros tres dirigentes del sindicato, jóvenes de corazón y alma.

Todos ellos fueron asesinados brutalmente en los minutos siguientes y repartidos posteriormente en diversas calles de Santiago. Sus cuerpos presentaban feroces golpes y múltiples impactos de bala.

La entrega de estas personas al personal que iba a ejecutar "la tarea sucia" fue realizada directamente por el directorio de la empresa. Es más el golpista Patricio Altamirano personalmente retiene en su oficina a Juan Fernández Cuevas y lo entrega a sus ejecutores. Los demás dirigentes son detenidos al interior de Elecmetal, al no escapar por sus muros, y son sacados en un vehículo de carabineros y otro dispuesto por la misma empresa.

Son horas de recuerdo, ahora que Ricardo Claro muere en la paz de su soledad espiritual y humana.

Rafael Kries
http://www.elclarin.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=13716&Itemid=48


Juan Dagoberto FERNANDEZ CUEVAS

Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos:

"Ricardo Claro murió sin ser juzgado"


El Mostrador

'Al 11 de septiembre de 1973 era dueño de la Compañía Sudamericana de Vapores, rol en el cual facilitó sus barcos para allí fueran torturados y hechos desaparecer muchos chilenos, lo que también está probado en tribunales', sostuvo la presidente de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos.

La Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP), señaló hoy que lamenta profundamente que el empresario Ricardo Claro Valdés haya fallecido 'sin haber sido jamás sometido a proceso por su complicidad en crímenes de lesa humanidad en contra de sus propios trabajadores, así como en la tortura y muerte de chilenos que fueron prisioneros en los barcos de la Compañía Sudamericana de Vapores'.

La organización recordó que el empresario Ricardo Claro Valdés formó parte del directorio de Electmetal, 'empresa que retuvo ilegalmente y luego entregó un grupo de trabajadores a una patrulla militar que posteriormente los asesinaría y desperdigaría sus cuerpos por distintos lugares de la capital, presumiblemente para producir un efecto aleccionador', precisó la presidenta de la entidad Marta Godoy.

'Al 11 de septiembre de 1973 era dueño de la Compañía Sudamericana de Vapores, rol en el cual facilitó sus barcos para allí fueran torturados y hechos desaparecer muchos chilenos, lo que también está probado en tribunales'.

La organización de Derechos Humanos entregó antecedentes judiciales que señalan que el 17 de septiembre de 1973 la Empresa Elecmetal, que después de estar en manos de los trabajadores había sido devuelta a sus antiguos dueños con la nominación de Patricio Altamirano como delegado directo de la Junta Militar, entregó a seis de sus trabajadores, algunos dirigentes de la empresa y otros del cordón Vicuña Mackenna a un piquete compuesto por efectivos del Ejército y Carabineros.

Según relata Mario Fernández, ex trabajador de esa compañía propiedad de Ricardo Claro y hermano de dos de las víctimas, él mismo presenció como sus hermanos Miguel y Juan y varios miembros del sindicato fueron citados a la oficina de la gerencia por el interventor militar Patricio Altamirano, el gerente Gustavo Ross y el director, Fernán Gazmuri. Los trabajadores salieron de allí esposados y en poder de Carabineros. No se les volvió a ver con vida.

'Meses antes que viniera el golpe, el gerente Gustavo Ross, citó a mi hermano Juan para conversar. Le dijo que si no dejaba libre a la empresa, sufrirían las consecuencias', relata Mario Fernández. Para él está claro que Elecmetal lo entregó para que fuera asesinado y sostiene que aunque la empresa estaba intervenida por los militares, era Ricardo Claro el que daba las órdenes ahí, vía telefónica. 'Él nunca perdió el poder. Y todos sabían lo que iba a pasar. Sabían en qué condiciones estaban matando a los trabajadores', reclama.

Los trabajadores José Devia Devia, José Maldonado, Augusto Alcayaga, Miguel y Juan Fernández Cuevas y Guillermo Flores, fueron asesinados y repartidos en diversas calles de Santiago, asegura la entidad, la cual asegura que sus cuerpos con señales brutales torturas, quemaduras con soplete y múltiples impactos de bala, fueron ubicados sólo por casualidad en el Instituto Médico Legal poco antes de ser enterrados como N.N.

Según los antecedentes recopilados por la AFEP, la decisión de entregarlos habría sido tomada en una reunión del directorio de la empresa compuesta por Ricardo Claro Valdés, Fernán Gazmuri Plaza, Danilo Garafulic, Gustavo Ross Ossa, Raúl Briones y el delegado de la Junta Milita, Patricio Altamirano, quien personalmente habría retenido en su oficina a Juan Fernández Cuevas y entregado a sus ejecutores. Los demás dirigentes fueron detenidos al interior de Elecmetal y sacados en un vehículo de Carabineros y otro dispuesto por la misma empresa.

'Por otra parte, desde el mismo 11 de septiembre la compañía Sudamericana de Vapores, puso a disposición de la Armada dos de sus barcos. Uno de ellos, el Maipo, trasladó a 380 detenidos desde Valparaíso hasta Pisagua, lugar en el que varios de ellos fueron asesinados', precisa la agrupación.

'El otro barco facilitado fue el Lebu, que cumplió el rol de cárcel flotante. Más de dos mil personas pasaron por sus bodegas y camarotes, siendo torturados y algunos asesinados', detalla.



FERNANDEZ CUEVAS Miguel Alberto

(Informe Rettig).
El 17 de Septiembre de 1973, la empresa ELECMETAL había reiniciado sus actividades después de los sucesos acaecidos el 11 del mismo mes. Ese mismo día los trabajadores reiniciaron sus labores, ello de acuerdo a la solicitud hecha por las nuevas autoridades.

Alrededor de las 10:00 horas del día anteriormente indicado, se hizo presente en la empresa un contingente de carabineros y militares, quienes en forma selectiva procedieron a detener a algunos de los trabajadores. Las detenciones decían relación con los cargos que a la fecha ocupaban en el sindicato de la empresa y en el llamado Cordón Industrial Vicuña Mackenna, sector geográfico en el que se ubicaba la empresa.

La detención se produjo en presencia de los ejecutivos, dueños de la empresa y de los demás trabajadores, entre los cuales se encontraba un hermano de dos de las víctimas.

Las personas detenidas en este operativo, de acuerdo a los testimonios y otros antecedentes aportados a esta Comisión son:

- Augusto Andino ALCAYAGA ALDUNATE, de 42 años, quien se desempeñaba como contador general de la empresa y era a su vez el Presidente del sindicato. Militaba en el Partido Radical.

- José Rosa DEVIA DEVIA, de 27 años, soldador, dirigente sindical de la empresa.

- Juan Dagoberto FERNANDEZ CUEVAS, de 24 años, obrero, Secretario del sindicato y del Cordón Industrial Vicuña Mackena. Militaba en el Partido Socialista.

- Miguel Alberto FERNANDEZ CUEVAS, de 22 años, obrero, Coordinador del sindicato, militante del Partido Socialista.

- José MALDONADO FUENTES, 33 años, soldador.

De acuerdo a testimonios y otros antecedentes recibidos por esta Comisión, las cinco personas fueron detenidas al interior de la empresa ELECMETAL, por un contigente integrado por carabineros y militares. Fueron conducidos dos vehículos distintos, uno de los cuales pertenecía a ELECMETAL. Se desconoce el recinto al que son conducidos y donde fueron ejecutados

Sus cuerpos fueron encontrados en la vía pública y remitidos al Instituto Médico Legal por carabineros del Retén Macul. La fecha de sus muertes corresponde al día 17 de septiembre entre las 10:50 horas y las 06:30 horas del día 18 de septiembre, siendo la causa de la muerte en todos los casos, múltiples heridas a bala.

Considerando las circunstancias de su detención; la causa de su muerte y que los cuerpos fueron remitidos al Instituto Médico legal por carabineros, esta Comisión se formado la convicción que Augusto Andino Alcayaga Aldunate, José Rosa Devia Devia, Juan Dagoberto Fernández Cuevas, Miguel Alberto Fernández Cuevas y José Maldonado Fuentes, fueron ejecutados por agentes del Estado, constituyéndose una violación a sus derechos fundamentales al margen de todo proceso y justificación

(Informe Rettig).