sábado, 31 de octubre de 2009

ACUSO A LOS TORTURADORES, CORONEL JORGE ESPINOZA, MAYORES VON KRISHMAR Y FARIAS, CAPITANES MINOLETTI Y SANTANDER, TENIENTES ANANIAS Y SAN MARTIN



Una querella por secuestro, torturas y asociación ilícita para el genocidio interpuso este viernes Luis Corvalán, ex Secretario General del Partido Comunista, que solicitó a los tribunales investigar lo que le aconteció a su hijo Luis Alberto Corvalán, quien estuvo detenido en el Estadio Nacional y en el campo de concentración de Chacabuco y que murió prematuramente el 26 de octubre de 1975 en Bulgaria, a causa de apremios ilegítimos provocados por militares.

Corvalán espera que la Corte de Apelaciones de Santiago esclarezca las razones del deceso de su hijo, como parte de la "lucha por el conocimiento de la verdad, en contra de la impunidad por los crímenes cometidos durante la dictadura".

Aseguró que este es un paso más en la búsqueda de la verdad que aún está pendiente en materia de derechos humanos en Chile.



Lily Castillo, madre de Luis Alberto, señaló que ni el paso del tiempo borra las huellas de lo sucedido, no sólo a su familia y en especial a su hijo, sino a todo un país que precisa recordar.

“Pasan los años y es una pena tan profunda en mi corazón como vieja revolucionaria que este país, habiendo ya terminado la dictadura, siga siendo un país con tan poca memoria. Pueblo querido hace memoria y no olvides todo lo que pasó, no lo olvides nunca, te lo dice una madre que aún su corazón le sangra por haber perdido a un hijo en la dictadura”, dijo emocionada.



En los tribunales estaban además, su nuera Ruth Vuskovic viuda de Corvalán, su nieta Adela Secall y sus hijas María Victoria y Viviana Corvalán, que indicó que "nosotros realmente queremos continuar, y debemos continuar con las futuras generaciones, aclarar todos los hechos, exigir justicia para que realmente puedan nuestras almas reflorecer".

Ruth dijo que su marido “acusa al coronel Jorge Espinoza, encargado de los prisioneros, de ser responsable de torturas, de hambre, de frío, de incomunicación, del chantaje y la extorsión a mi suegra. Acusa también al mayor Von Krishmar y al capitán Minoletti. También acusa a San Martín y al capitán Santander del comandante del campo de Chacabuco, también al mayor Farías y al teniente Alexander Ananías, el primero comandante del campo y el segundo jefe de seguridad, ambos de la Primera División del Ejército”.



Esto forma parte del documento que luego se transformó en un testamento de denuncia, llamado “ESCRIBO SOBRE EL DOLOR DE MIS HERMANOS”, el que como explicó su hermana, Viviana Corvalán, presentó ante la ONU en México, como una de las primeras acusaciones contra lo que estaba ocurriendo en Chile bajo la dictadura que encabezaba Augusto Pinochet.

La actriz Adela Secall declaró estar "acompañando a mi familia, porque son muy poca las querellas que se han aceptado de los familiares de torturados, entonces es muy importante que se considere todas las querellas", señaló.



De hecho, ya son varias las querellas criminales que se han presentado en los tribunales de justicia que sólo persiguen las responsabilidades penales de quienes hoy viven amparados en el secreto de 50 años que estableció la comisión Valech respecto al nombre de quienes fueron parte de los crímenes cometidos por la dictadura contra miles de chilenos.

La presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira, dijo que "el Gobierno no da recursos para presentar querellas a sus familiares; por lo tanto, estamos reparando esas reivindicaciones a aquellos familiares que fueron asesinados o muertos a raíz de la tortura".



Este año la AFDD ha presentado 16 querellas para que se individualice a los uniformados violadores de los derechos humanos durante la dictadura.

Luis Alberto Corvalán Castillo, antes de morir a la edad de 26 años, dejó un libro y una presentación ante la ONU, donde identifica a los miembros de la DINA que lo torturaron.

El Premio Nacional de Literatura, José Miguel Varas, quien estuvo en los tribunales y que informó del caso de Luis Alberto a través del programa Escucha Chile de Radio Moscú, indicó que es preciso investigar las torturas como razón de estado, que no solo causaron la muerte de cientos de chilenos, sino también secuelas a miles de chilenos que quedaron lisiados y sufren las consecuencias de los apremios ilegítimos.



Luis Alberto Corvalán Castillo, ingeniero agrónomo de la Universidad de Chile, fue detenido el 14 de septiembre y llevado al Estadio Nacional donde fue sometido a intensas torturas para lograr información sobre el paradero de su padre, entonces Secretario General del Partido Comunista y el chileno más buscado por la dictadura.

Los torturadores del Estadio Nacional actuaron con mayor brutalidad el 17 de septiembre, recuerdan testigos que tuvieron que le hicieron tratamientos especiales a Luis Alberto para evitar su deceso.

Diez meses después, el 30 de julio de 1974, Corvalán hijo fue trasladado al campo de concentración de Chacabuco, donde además de los malos tratos se sumaron los trabajos forzados que ordenaban una serie de militares que luego denunció en su libro “Viví para contarlo”, como explicó su viuda, Ruth Vuskovic, quien también estuvo detenida en el Velódromo del Estadio Nacional y separada de su hijo Diego de cortos meses.



En los tribunales también estuvieron presentes el Embajador de Bulgaria en Chile señor Valeri Yotov, el ex subdirector de Investigaciones, Samuel Riquelme, el periodista Rodrigo Cerda, el actor José Secall, junto a su nieto Emiliano, Iris Largo Farías, hermana del asesinado hombre de radio y creador de CHILE RIE (LUCHA) Y CANTA, René Largo Farías.



Luis Corvalán Castillo fue expulsado de Chile por la dictadura y viajó a México, luego se radicó en Bulgaria, donde falleció el 26 de octubre de 1975, según el médico forense, producto de las torturas y los apremios psicológicos a los que fue sometido durante su paso por el Estadio Nacional y el campo de concentración de Chacabuco.



Junto a la querella por el deceso de Luis Alberto Corvalán, la abogada Pamela San Martín presentó otras dos por los homicidios calificados de Arnoldo Flores y Oscar Tapia Leyton, quienes perecieron en un supuesto enfrentamiento entre Investigaciones y los jóvenes en 1984 en Santiago.

Este día 30 de octubre se instituyó en Chile, el Día del Ejecutado Político.