sábado, 7 de noviembre de 2009

UN SALUDO EN EL 92 ANIVERSARIO DEL TRIUNFO DE LA GRAN REVOLUCION SOCIALISTA DE OCTUBRE, DESPACITO POR LAS PIEDRAS EL CADÁVER DE MARX AUN RESPIRA


Querido compañeros y amigos:

Hoy 7 de noviembre del actual calendario, que corresponde al 25 de octubre del calendario de los zares en Rusia, se cumplen 92 años del triunfo de la revolución proletaria.

Por primera vez en la historia se abrieron las puertas de la sociedad socialista en tránsito hacia el comunismo.

La concepción marxista de la revolución fue materializada por el proletariado ruso bajo la firme e inteligente conducción de Vladimir Ilich Lenin y el partido bolchevique. Se iniciaba la construcción de la sociedad socialista.



La guerra civil desatada por la reacción, la invasión del territorio ruso por las potencias imperialistas, la invasión de las fuerzas del nacismo germano, fueron incapaces de impedir el avance del pueblo ruso en la construcción de la nueva formación económico-social de carácter socialista.

Sus éxitos estimularon la acción redentora de los pueblos del mundo. En Asia triunfan los procesos revolucionarios y libertarios en China, NorCorea, Vietnam. En la India, en regiones del África y de América Latina, los movimientos de liberación nacional terminan con el sistema colonial.

El triunfo de la revolución cubana estimula hoy los movimientos libertarios y antiimperialistas del continente.



El mapa político mundial experimentó cambios sustanciales. Emergen nuevas naciones y Estados soberanos.

La dolorosa extinsión de la URSS y del campo socialista ha sido una gran derrota a escala mundial de las fuerzas populares y revolucionarias.

Muchos sectores sociales y políticos que ayer se incorporaron al proceso revolucionario, ante la transitoria e histórica derrota, abandonaron la ideología del proletariado y se han convertido en renegados de lo que algunos de ellos llaman "pasado obrerista".

Quienes conciben la revolución como un proceso rectilíneo de sólo avances y triunfos, no han sido ganados para la causa revolucionaria y muchos adhieren a las concepciones de la burguesía.

Los que ayer aparecían como los más decididos revolucionarios, ante los retrocesos o derrotas, abjuran de su pasado combatiente. No es casual por tanto que hoy las ideas de Marx, Engels y Lenin y las grandes conquistas de la revolución
socialista sean denigradas y echadas al olvido.



Sin embargo, ante la profunda crisis del capitalismo mundial, la concepción del proletariado vuelve del ostracismo a que fue sometida.

Razón tenía Nicanor Parra cuando decía a comienzos de la actual centuria:
" Despacito por las piedras. El cadáver de Marx aún respira".

Los abraza con afecto.

Mario Benavente Paulsen.