martes, 11 de septiembre de 2007

CINE ARTE ALAMEDA PRESENTA "EL CORAZON DE CORVALAN"

Román Karmén y “El corazón de Corvalán”

(Palabras de José Miguel Varas, Premio Nacional de Literatura, 6 de septiembre)

El estreno en Chile del filme “El corazón de Corvalán” es un acontecimiento cinematográfico y también, sin duda, político. El realizador de este documental, el cineasta soviético Román Karmén, estuvo siempre, cámara en mano, en primera línea en los puntos calientes del planeta, registrando de los acontecimientos que conmovieron al mundo en el siglo XX.

Un regalo de la infancia o del comienzo de la adolescencia puede determinar en gran medida del destino de un hombre. Román Karmén era un niño, un niño ruso en los primeros años del poder soviético cuando su padre le regaló una pequeña cámara de cine de marca “Brownie”. El muchacho comenzó a filmar en todas partes lo que ocurría ante sus ojos, y aquellos eran tiempos en que pasaban muchas cosas. Estaba en todas. ASí se convirtió en un profesional del cine y lo fue toda su vida.



Para cualquier historiador o documentalista que quiera conocer y presentar visualmente hoy, de manera directa, aquellos momentos decisivos, resulta inevitable recurrir a los documentales de Karmén: “Madrid en llamas” y “Granada, Granada mía”, en los años 30 y 40, sobre la guerra civil española; “La derrota de las tropas alemanas en Moscú” sobre la gran batalla librada en las cercanías de la capital soviética en 1941, el primer revés sufrido por la máquina de guerra de Hitler en la II guerra mundial. Un filme que recibió por primera vez en la historia un premio insólito: el Oscar de la Academia de Hollywood. Karmén fue también el primero en presentar imágenes de los campos de exterminio de los nazis. En 1945 registró con su cámara, filmando por encima del hombro del mariscal soviético Gueorgui Yukov, el momento en que los jefes militares alemanes firman el acta de la rendición incondicional de Alemania nazi, que marcó el término de la guerra. También realizó un documental sobre los procesos de Nurenberg, en el que los principales jerarcas del nazismo fueron condenados a la horca.



En los años 60 y 70, filmó y dio a conocer al mundo imágenes impresionantes sobre la guerra de Vietnam y también fue el primero en documentar cinematográficamente, en el filme “Continente en llamas”, la revolución cubana triunfante y el avance de los procesos revolucionarios en América Latina, incluída la elección de Salvador Allende. Registró el golpe militar de 1973 con la película documental “Chile, hora de lucha, hora de inquietudes” y luego con “Camaradas”, realizado cuando Luis Corvalán estaba prisionero en la isla Dawson.
Más adelante, escribe Román Karmén, en un artículo publicado en la revista América Latina, “me surgió la idea de consagrar a Corvalán un filme completo que constituyera un aporte al noble movimiento de solidaridad con los demócratas chilenos... y que pudiera contribuir a la liberación de Luis Corvalán”.

Al principio pensó en un cortometraje pero gradualmente comprendió que “era inevitable ampliar nuestro relato, que no podía ser un cartel conciso y lacónico. Nuestra tarea se nos presentó mucho más amplia, si bien más difícil y complicada”.



Con la ductilidad propia del creador de documentales, su perspectiva siguió cambiando con la marcha del tiempo. En Sofía, Bulgaria, entrevistó a Luis Alberto Corvalán, un año después de las atroces torturas a que fue sometido en el Estadio Nacional de Chile. Poco después. Luis Alberto moría de un síncope cardíaco, a los 28 años de edad. “El autor de estas líneas –escribió Karmén- ha visto en su vida muchas muertes. Pero me estremeció la muerte de Luis Alberto Corvalán”.



El resultado de este trabajo y de estas emociones, la identificacipon del realizador por el pueblo chileno y con esa familia tan chilena, la de Lucho y Lily y sus hijas y sus amigos y su Partido, dieron a este documental –que se comienza a exhibir por primera vez, a partir de hoy en una sala de cine en nuestro país- una fuerza emocional extrordinaria, que se refuerza con la exactitud periodística y el sentido político de la narración.



La filmografía de Román Karmén es escasamente conocida en nuestro país pero tiene un alto prestigio internacional. Se le considera uno de los fundadores y uno de los más altos exponentes del cine documental en el mundo. En la antigua sala de cine “Ilusión” de Moscú se rindió homenaje el año 2006 a este notable cineasta con motivo del centenario de su nacimiento. ¡Y qué homenaje! Sus filmes documentales fueron proyectados allí durante 10 meses. Un verdadero curso vivo de historia contemporánea.



“El corazón de Corvalán”, que ahora nos disponemos a ver es un documento humano conmovedor, tanto más, precisamente, porque es un capítulo de nuestra historia reciente.

José Miguel Varas
6 septiembre 2007

(Esta película se exibirá hasta el 20 de septiembre en Cine Arte Alameda)

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